Blanlot se reunió a solas con Lucía Hiriart para darle el pésame del Gobierno

SANTIAGO.- Minutos después de su llegada a la Escuela Militar para participar en los funerales del general (r) Augusto Pinochet, la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, se reunió a solas con Lucía Hiriart, para entregarle el pésame por el fallecimiento del ex gobernante.

La breve reunión tuvo lugar en el despacho del director de la Escuela Militar, coronel José Sichero.

Es por esta razón, que ambas, Lucía Hiriart y Vivianne Blanlot, tardaron varios minutos en llegar hasta el patio Alpatacal donde se realizó la ceremonia religiosa.

Al ingresar frente al altar, las miles de personas que se encontraban en el lugar, abuchearon a la secretaria de Estado, gritándole insistentemente que se retirara de la ceremonia.

En los momentos en que la ministra se dirigía a tomar asiento, los hijos de Pinochet se acercaron hasta el féretro de su padre para instalar la banda presidencial sobre el uniforme militar de gala y la bandera chilena, en una clara reivindicación al cargo de Jefe de Estado que ostentó Pinochet durante el régimen militar.

Momentos de gran tensión

Blanlot permaneció con rostro neutro durante toda el oficio religioso y además se abstuvo del ritual en casi todos los momentos de la Eucaristía, excepto en la oración del Padre Nuestro, la cual rezó de manera íntegra.

Un episodio de gran tensión se vivió durante el saludo de la paz, momento en el cual sólo se acercó a la representante del Gobierno la hija menor del fallecido militar, Jacqueline. En lo que puede interpretarse como una señal de reconciliación, el obispo castrense Juan Barros se acercó a la ministra, quien fue la primera persona en recibir el saludo por parte del religioso.

La titular de Defensa también fue saludada por los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y sus esposas. Ningún otro miembro de la familia Pinochet se acercó a darle el saludo de la paz.

Otro momento de tensión se generó durante el encendido e improvisado discurso pronunciado por Augusto Pinochet Molina, nieto del general (r), quien reivindicó el golpe militar de 1973 y además tuvo duras palabras para los jueces que siguieron los procesos en contra de Augusto Pinochet Ugarte.

Al finalizar la ceremonia religiosa, Blanlot se retiró rigurosamente escoltada hasta el auditorio de la Escuela Militar, en medio de un gran caos periodístico y de los gritos de los simpatizantes de Pinochet que le lanzaban todo tipo de epítetos.

La ministra presenció los honores militares rendidos al ex Comandante en Jefe en un lugar apartado de la familia y los adherentes.