SANTIAGO.- La familia de Augusto Pinochet se opone a que el ex presidente chileno sea sometido a los exámenes mentales que ordenó ayer el juez Juan Guzmán Tapia y apelará la decisión, informó hoy el general retirado Guillermo Garín, ex vicecomandante en jefe del Ejército.
Los parientes de Pinochet "mantienen su posición de aceptar sólo exámenes físicos y rechazan los mentales", dijo Garín, que desde el agosto pasado actúa como portavoz de la familia del ex mandatario.
El juez especial Juan Guzmán Tapia, encargado de investigar 171 querellas contra Pinochet, que está a su disposición desde el pasado 8 de agosto, cuando la Corte Suprema confirmó el fallo que lo despojó de su inmunidad parlamentaria, resolvió ayer que el desaforado senador vitalicio sea sometido a exámenes de salud mental.
La demencia es la única causa que la legislación chilena acepta para exonerar a un inculpado.
Guillermo Garín admitió que la situación es complicada desde el punto de vista legal, porque por un lado está la posición del juez Guzmán, en el sentido de que la ley le obliga a ordenar los exámenes médicos a inculpados mayores de 70 años, y por otro lado la defensa sostiene que los exámenes son un derecho al que se puede renunciar.
No obstante, subrayó que los abogados que defienden a Pinochet ya resolvieron apelar la resolución del juez Guzmán sobre los exámenes mentales, "porque no satisface a la defensa ni a la familia", y reiteró que la defensa "insistirá en los exámenes físicos, como única forma de asegurar el debido proceso".
Garín admitió, en todo caso, que puede darse el caso de que Pinochet se vea obligado a someterse a los exámenes mentales, pero aseguró que "van a salir negativos", lo que va a significar que no existe ningún impedimento para que el caso siga adelante y se pueda demostrar la total inocencia del octogenario general.
"El no está loco ni demente", concluyó Garín, mientras el abogado Fernando Barros, que fue portavoz de Pinochet los 17 meses que estuvo detenido en Londres, aseguró que la defensa estudia varios cursos de acción a seguir en este caso, sobre la base de que el ex gobernante de facto está mentalmente sano.
"Lo que la defensa sostiene es que dada su edad, la serie de patologías que le afectan, afecciones que debilitan su memoria, fuerza y concentración, él (Pinochet) no está en condiciones de enfrentar un proceso", explicó Barros en declaraciones a la radio Chilena, de Santiago.
Según Barros, existe una disposición constitucional que asegura el debido proceso y expresó su confianza en que el magistrado Guzmán finalmente se dará cuenta de que en este caso no se dan las condiciones para ello, por el precario estado físico del inculpado.