SANTIAGO.- Humberto Gordon, el ex miembro de la Junta de Gobierno y ex director de la CNI, asumió la responsabilidad por los asesinatos de opositores cometidos en los años ochenta, según una carta póstuma divulgada hoy.
Entre los crímenes figuran el asesinato en una noche de 12 izquierdistas, en junio de 1987, y la ejecución sumaria de cuatro profesionales opositores en represalia por un frustrado atentado contra el ex mandatario Augusto Pinochet.
"Vengo en asumir la responsabilidad de las acciones realizadas por mis subalternos de la Central Nacional de Informaciones (CNI) y de la Dirección de Inteligencia del Ejército (Dine)... debiendo, por tanto, hacérseme a mí los cargos que ahí injustamente se imputa a aquéllos", dice la carta.
No está claro porqué la carta fue dada a conocer hoy, aunque abogados del extinto habían revelado su existencia, en junio.
Gordon destaca luego el profesionalismo de las fuerzas armadas chilenas a causa de "su estructura jerarquizada, en la que impera la obediencia irrestricta a sus mandos".
"La obediencia es el fundamento básico en que descansa la disciplina de las fuerzas armadas y, sin la cual, no puede existir un grupo armado", añadió.
Gordon falleció el 15 de junio y después de dirigir la CNI, integró la Junta Militar. Antes de su muerte, era el oficial de más alto cargo encausado por la muerte del sindicalista opositor Tucapel Jiménez.
La carta la escribió poco antes de morir y copias de ella están en manos de al menos tres jueces.
El reconocimiento escrito de culpa se conoció un día después de saberse que uno de los subordinados de Gordon, el mayor retirado Alvaro Corbalán, admitió haber impartido las órdenes en el secuestro y asesinato de los 12 guerrilleros.
Corbalán fue sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de un carpintero, al que la CNI trató de hacer aparecer como el homicida de Jiménez.
Tiene otras penas pendientes por las muertes de Jiménez y de cuatro profesionales que fueron acribillados horas después de un fallido atentado contra Pinochet, en septiembre de 1987.
La admisión de responsabilidad de Gordon se suma a una cadena reciente de confesiones de agentes de Estado con el evidente propósito de delimitar responsabilidades en varios crímenes, en los que sus superiores no están enjuiciados ni menos detenidos.
La nota fue divulgada parcialmente hoy en los pasillos de los tribunales de justicia por el abogado de derechos humanos, Jorge Mario Saavedra.
El jurista se preguntó ante la prensa: "Después de esta declaración que hemos leído del general Gordon, la única duda que tenemos ...es si estos generales actuaron por cuenta propia o por orden superior".