BEIJING.- El Banco Mundial pidió este miércoles a China un "equilibrio cuidadoso" a la hora de adoptar estímulos económicos a corto plazo y evitar así que se vuelvan en contra de las reformas estructurales que ha emprendido en los últimos meses.
La institución con sede en Washington presentó en Beijing la actualización de sus perspectivas económicas sobre la segunda economía mundial, en el que mantiene su previsión de crecimiento en un 7,1 % para este año, un 7 % en 2016 y un 6,9 % en 2017.
El economista del Banco Mundial y autor del informe, Karlis Smits, dijo en rueda de prensa que China dispone de herramientas para incentivar la actividad económica y proteger el empleo en caso de que el ajuste provocado por las reformas sea "demasiado brusco".
"Hay suficientes amortiguadores e instrumentos tanto en la política monetaria como en la fiscal si fuera necesario aplicarlos, pero esto requerirá un equilibrio cuidadoso para que esta gestión de la demanda a corto plazo no socave los esfuerzos reformistas llevados a cabo en el último año y medio", afirmó Smits.
El experto del Banco Mundial consideró "deseable" la ralentización de la economía china, porque la conducirá a un nuevo modelo de crecimiento "más sostenible".
"A medio plazo, estos esfuerzos están ayudando a China a desplazar gradualmente su modelo de crecimiento de las manufacturas a los servicios, de la inversión al consumo y de las exportaciones al gasto doméstico", explicó Smits.
El economista destacó la reforma del sector financiero, ya que "debe cambiar de acuerdo con el nuevo modelo de crecimiento" para proporcionar crédito no sólo a las grandes firmas estatales, sino también a las pequeñas y medianas empresas.
Pese a que indicadores macroeconómicos publicados en lo que va de año como los del comercio exterior o la inflación han evidenciado ciertas debilidades en la economía del gigante asiático, el Banco Mundial no alteró su previsión de crecimiento para China.
Así, la estimación del Banco sigue siendo una décima superior al crecimiento de un 7 % registrado en el primer trimestre (y que coincide con el objetivo del gobierno chino para 2015), y tres décimas por encima del pronóstico de un 6,8 % del FMI, que suele ser más conservador.