SHANGHAI.- Las bolsas chinas concluyeron hoy su tercera semana consecutiva de fuertes caídas, a pesar de la batería de esfuerzos hechos por las autoridades de Beijing para contener este hundimiento, incluidos las opiniones favorables de analistas sobre el futuro de la economía del gigante asiático.
El índice general de Shanghai, el referente de los parqués chinos, se desplomó hoy un 5,77%, con lo que sumó pérdidas de un 12,29% sólo durante esta semana, y de en torno a un 33% desde el pasado 12 de junio, el último día de los siete meses de racha alcista que lo puso en niveles que no veía desde 2008.
También sufrió abultadas pérdidas la Bolsa de Shenzhen, la segunda del país, cuyo índice general cayó un 5,25%.
En estas tres semanas las pérdidas en Shanghái y Shenzhen suman ya el equivalente a más de US$ 2,36 billones de dólares.
La volatilidad está siendo extrema estos días, pues ya hay más inversores en bolsa individuales en el país (unos 90 millones) que los 87,8 millones de miembros que tiene el Partido Comunista de China (PCCh), y en su mayoría son personas con rudimentarios o nulos conocimientos financieros, que volcaron en la bolsa sus ahorros.
Ante esa inestabilidad, Beijing intenta hacer todo lo posible para evitar que se agrave un desplome bursátil especialmente inoportuno, en un momento en que su economía es más vulnerable.
Además de hacer llamamientos, desde distintos organismos, a la "responsabilidad" de los inversores para que no se dejen llevar por los "rumores" ni cunda el "pánico", anteayer Beijing recortó en un 30% las tasas bursátiles por intercambio de acciones, y anoche prometió investigar posibles manipulaciones en los mercados.
La Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV) asegura haber detectado presuntas irregularidades tanto en las bolsas de Shanghai y Shenzhen como en el parqué de futuros de China (también en Shanghai), y esta misma mañana suspendió cautelarmente 19 cuentas de este último mercado.
El Banco Popular de China (central) recurrió también el sábado a un "doble recorte" que no hacía desde 2008: una reducción de los tipos de interés y de depósito en 25 puntos básicos (la cuarta desde noviembre) y el mayor estrechamiento diario también desde 2008 del coeficiente de caja de los bancos (hasta un 18,5%).