BEIJING.- El Banco Popular de China (central) anunció este jueves su tercera promesa de apoyo financiero en menos de una semana a la entidad estatal encargada de dar crédito a las corredoras bursátiles con el objetivo calmar la racha bajista de los mercados.
Los parqués chinos, tras casi un mes en de caídas que les han restado alrededor de un tercio de su valor, repuntaron durante la primera mitad de la sesión de hoy, impulsados por estas medidas, que se suman a las adoptadas en las últimas semanas, y coincidiendo con la apertura de una investigación policial sobre lo ocurrido en los mercados.
La Comisión Reguladora del Mercado de Valores (CRMV) de China ordenó a la Corporación de Financiación del Mercado de Valores de China (CSF, siglas en inglés) -la única entidad de crédito marginal autorizada a financiar a las corredoras- proporcionar liquidez para la compra de acciones.
El banco central chino reaccionó a este anuncio con un comunicado en el que dijo que continuará facilitando liquidez a CSF y que autorizó a esta entidad a emitir bonos a corto plazo en el mercado interbancario para conseguir fondos rápidamente.
CSF proporcionará liquidez para comprar las ofertas de fondos e inyectar liquidez a las empresas, para impulsar la confianza de los inversores y asegurar un comportamiento estable del sector, dijo el portavoz de la CRMV, Deng Ge, en un comunicado.
De este modo, las autoridades chinas buscan guiar a los inversores bursátiles institucionales, una minoría en unos mercados donde más del 80% del volumen de negocio corresponde a las transacciones que realizan más de 90 millones de inversores particulares, muchos de ellos sin conocimientos financieros.
Además, el regulador bancario anunció hoy que permitirá a las instituciones financieras del país redefinir los términos en que han negociado las hipotecas que se habían utilizado como aval para invertir en bolsa y que habían vencido.
La CRMV prohibió a última hora del miércoles a los grandes accionistas, aquellos con más de un 5% de los títulos de una compañía, que vendan sus participaciones durante los próximos seis meses y amenazó con "serias" consecuencias.
Previamente, la Comisión de Administración y Supervisión de Activos Estatales pidió a las grandes empresas estatales del país que compraran y no vendieran los valores de sus firmas que cotizan en bolsa.