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La "hoja de ruta" que debe seguir Grecia tras alcanzar un acuerdo con sus acreedores

Antes de que las instituciones puedan dar su visto bueno a un nuevo rescate, el Gobierno heleno tendrá que legislar "con carácter inmediato" sobre una serie de medidas.

13 de Julio de 2015 | 09:32 | EFE
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EFE

BRUSELAS.- El acuerdo alcanzado hoy por los líderes de la Eurozona obliga a Grecia a aprobar y aplicar, en tiempo récord, reformas vitales de su economía que habían sido aplazadas una y otra vez, y a aceptar una supervisión reforzada por parte de las instituciones acreedoras.

Estos son los principales elementos de la "hoja de ruta" que han adoptado los diecinueve miembros del euro con el objetivo de sacar a Grecia de sus graves dificultades financieras.

Primero, no basta con la solicitud de ayuda al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Grecia tendrá que pedir también ayuda al FMI, tanto técnica como financiera desde marzo de 2016.

Además, antes de que las instituciones acreedoras puedan dar su visto bueno a un nuevo rescate, el Gobierno griego tendrá que legislar "con carácter inmediato" sobre una serie de medidas: antes del 15 de julio, sobre la reforma del IVA; la sostenibilidad del sistema de pensiones; la independencia de la oficina estadística; y la puesta en marcha de la autoridad fiscal prevista en el tratado de estabilidad. Antes del 22 de julio, sobre la adopción del Código de procedimiento civil para agilizar la justicia; y la trasposición de la directiva sobre reestructuración y resolución de entidades de crédito.

Sólo después de que se lleven a cabo estos cambios legislativos urgentes, los gobiernos de la Eurozona podrán dar mandato a las instituciones (Comisión Europea, Banco Central Europeo y MEDE) para que negocien con Grecia un nuevo "memorando de entendimiento" que reunirá las condiciones para un tercer programa de rescate.

Las últimas reformas que propuso el Gobierno griego deberán reforzarse y completarse en los siguientes ámbitos: aplicación de la cláusula de déficit cero; mayor apertura del mercado de productos en toda una serie de ámbitos, desde los horarios comerciales hasta el régimen de propiedad de farmacias y panaderías, por ejemplo; privatización del operador de la red de transmisión eléctrica o una medida equivalente, modernización del sistema de negociación colectiva y otros aspectos rígidos del mercado laboral; eliminación de las interferencias políticas en el sistema de gobierno de las entidades financieras.

Además, las autoridades griegas aceptan la creación de un "fondo independiente" al que transferirán "activos de valor" para que sean privatizados o rentabilizados de algún modo.

El fondo estará establecido en Grecia -y no en Luxemburgo como se propuso inicialmente- y será gestionado por las autoridades griegas, aunque "bajo la supervisión de las instituciones europeas relevantes".

Los ingresos generados por las ventas o rentabilización de esos activos se utilizarán para reembolsar los nuevos préstamos del MEDE hasta un valor de 50.000 millones de euros.

Antes del 20 de julio, las autoridades griegas someterán una primera propuesta de renovación, despolitización y reducción de los costes de la administración del país.

Todos los proyectos de ley en los ámbitos relevantes serán consultados y acordados con las instituciones europeas antes de ser sometidos al Parlamento.

A excepción de la ley relativa a la "crisis humanitaria", el Gobierno griego revisará toda la legislación que ha introducido y que entre en contradicción con lo acordado anteriormente con las instituciones.

Los socios europeos toman nota de la evaluación de las necesidades financieras de Grecia y que se sitúa entre 82.000 y 86.000 millones de euros. Reconocen la urgente necesidad de 7.000 millones de euros antes del 20 de julio, y de otros 5.000 millones antes de mediados de agosto.

Debido a la dramática situación de los bancos griegos, el previsto rescate incluirá una reserva de entre 10.000 y 25.000 millones de euros para hacer frente a operaciones de recapitalización o de resolución.

Los socios europeos reconocen que existe "seria preocupación en torno a la sostenibilidad de la deuda" y prometen considerar, si fuera necesario, "medidas adicionales" para aliviarla -posiblemente mediante periodos de gracia y vencimiento más largos-. No obstante, dejan claro que una quita sobre el nominal de la deuda "no es posible".

Para ayudar al crecimiento y la creación de empleo, en los próximos tres a cinco años, la Comisión Europea ayudará al Gobierno griego a utilizar hasta 35.000 millones de euros de los fondos comunitarios. De forma extraordinaria, la CE adelantará 1.000 millones de euros con el fin de dar "un empujón inmediato" a las inversiones en aquel país.

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