TOKIO.- El comité de política monetaria del Banco de Japón (BoJ) inició hoy su reunión mensual de dos días en la que el foco estará puesto en la desaceleración que viene sufriendo china, principal socio económico de la tercera economía mundial.
La ralentización del sector manufacturero o del consumo que han mostrado los últimos indicadores en China, así como la crisis bursátil de los últimos meses, preocupan en Japón.
Los nueve miembros de la junta de política monetaria evaluarán las medidas de estímulo así como los cortafuegos financieros activados por Beijing para remontar el vuelo.
Por otra parte, no se esperan cambios en la política monetaria de la entidad nipona, que activó en la primavera de 2013 un programa de compra masiva de activos de cara a terminar, en un periodo de unos dos años, con el ciclo deflacionario que ha estancado su economía durante casi dos décadas.
Pese a que la caída de los precios del crudo ha retrasado la meta del BoJ hasta 2016 y con la inflación virtualmente en 0 (el avance interanual de los precios en junio fue del 0,1 por ciento), la entidad considera que la tendencia subyacente es sólida y que su objetivo se cumplirá.
La junta de política monetaria también analizará la situación de la economía nipona tras la publicación de indicadores como el de producción industrial para el mes de junio, que se conoció la semana pasada.
El dato mostró un incremento del 0,8 por ciento interanual, un rebote algo más débil de lo esperado después de que las manufacturas niponas se contrajeran un 2,1 por ciento en mayo.
Al mismo tiempo la recuperación de las exportaciones o el consumo, dos de los principales pilares del producto interior bruto (PIB) nipón, está siendo más tímida de lo previsto.
La entidad también revelará mañana al término de su junta su nuevo calendario de reuniones después de haber decidido en junio que el número de encuentros anuales se reducirá de 14 a ocho.