HONG KONG.- La mayor parte de los mercados asiáticos cerraron con pérdidas el miércoles, aunque la bolsa de Shanghai, que llegó a ceder un 5% durante la jornada, terminó con una subida del 1,23%.
El dólar se debilitó a la espera de la publicación de debates internos de la Reserva Federal estadounidense, que los inversores esperan que ofrezcan pistas sobre un posible aumento de las tasas de interés.
Seúl cerró con una pérdida del 0,86% y Hong Kong cedió 1,31%, mientras que Sidney ganó 1,45%.
Tokio perdió 1,61%, arrastrado por las pérdidas que sufría la bolsa de Shanghai y la preocupación sobre la coyuntura económica china e internacional.
La plaza shanghainesa,
tras perder 6,15% el martes, empezó la jornada del miércoles con tendencia bajista, llegando a caer un 5,06%, pero luego se recuperó bruscamente y terminó en verde. Asimismo, la Bolsa de Shenzhen subió 2,19%.
Para algunos analistas, el giro brusco registrado en Shanghai lleva la firma de una intervención de las autoridades.
"Solo el 'national team' es capaz de provocar un giro así de tendencia", decía a la AFP Li Daxiao, un analista de la agencia de corretaje Yingda Securities.
El "equipo nacional" son las instituciones públicas que operan en los mercados en nombre del gobierno.
"Los poderes públicos y las medidas de apoyo del gobierno son las principales fuerzas que hacen subir el mercado en este momento", aseguraba Li.
En un intento de frenar el espectacular descalabro que sufrieron las bolsas chinas entre mediados de junio y mediados de julio (llegaron a perder 30% en tres semanas) el gobierno ha intervenido con contundencia.
Un organismo público, el CSF, realizó compras masivas de acciones. Las autoridades de regulación prometieron la semana pasada que este apoyo seguirá "durante años" para estabilizar los mercados.
Pero mientras la coyuntura económica no para de degradarse, pese a las medidas de incentivación de Beijing, las declaraciones de las autoridades no han terminado de convencer a los inversores bursátiles, mayoritariamente particulares y pequeños ahorristas.
"La ausencia de perspectivas claras generan reacciones excesivas entre los inversores", comentó Gerry Alfonso, un corredor shanghainés de Shenwan Hongyuan Group, citado por Bloomberg News.
Antes de desplomarse en junio, la Bolsa de Shanghai había subido 150% en el lapso de un año, gracias al endeudamiento a gran escala de los inversores, y de forma totalmente desconectada de una economía china en plena desaceleración.