El Mercurio
SANTIAGO.- La mayor orden en la historia de la compañía realizó Hapag-Lloyd para potenciar su negocio frigorífico: la naviera ordenó seis mil nuevos contenedores reefer de última generación, equivalentes a 12.000 TEUs de capacidad (1 TEU son 6,1 metros de largo, 2,4 de ancho y 2,6 de altura).
La operación contempló una inversión de más de US$ 10 millones.
Con esta operación, la empresa -que ya es uno de los mayores transportistas de cargas refrigeradas a nivel mundial- podrá aumentar los volúmenes de movimiento de estos cargamentos entre oriente y occidente y en las rutas norte-sur de América Latina.
Las nuevas adquisiciones se van a utilizar principalmente en las rutas desde y hacia América del Sur, ya que esta región es una de los mercados de carga refrigerada más fuerte en el mundo.
“Nuestra flota reefer es la cuarta más grande a nivel mundial. Con los nuevos contenedores buscamos ampliar nuestro liderazgo en este negocio, que es especializado y con demandas específicas, y por lo tanto vamos a beneficiarnos del creciente mercado”, dijo Rolf Habben Jansen, gerente general de Hapag-Lloyd.
Agregó que “con nuestra flota reefer mejorada, estamos en una posición ideal para el comercio de América Latina, que es una parte importante del negocio reefer, justo a tiempo para la apertura del Canal de Panamá ampliado el próximo año”.
Esta orden se suma a la realizada en abril de este año, cuando Hapag-Lloyd ordenó la construcción de cinco nuevos buques de 10.500 TEUs, los que contarán con 2,100 espacios para contenedores refrigerados.
Los nuevos contenedores se integrarán gradualmente a la dotación, a partir de las próximas semanas. Estarán equipados con tecnología de punta, que permitirá mantener una atmósfera controlada, que prolonga la vida de ciertas frutas y verduras. También tendrán unidades de refrigeración del más alto nivel de eficiencia, gracias al control de potencia optimizada, que consumirá mucha menos energía, sin ningún cambio en el rendimiento y la precisión de la temperatura.