BEIJING.- El índice de precios al consumidor de China subió levemente más que lo esperado en agosto según una medición interanual, pero los precios al productor cayeron por cuadragésimo segundo mes consecutivo, en la más reciente señal de que la deflación aún es un importante riesgo en la segunda mayor economía mundial.
El índice de precios al consumidor (IPC) subió un 2,0 por ciento, dijo el jueves la Oficina Nacional de Estadísticas, pero gran parte del aumento pareció deberse a los mayores costos de los alimentos, no a una mejoría de la actividad económica.
El índice de precios al productor (IPP), que representa los precios de ventas de los manufactureros, cayó un 5,9 por ciento respecto al año previo, un descenso mucho peor que las expectativas del mercado de una baja de un 5,5 por ciento y se compara con la merma de un 5,4 por ciento de julio.
La caída del IPP fue la mayor desde la crisis financiera global del 2009.
Analistas consultados por Reuters habían previsto que los precios a los consumidores subieran un 1,8 por ciento respecto al año previo, comparado con el avance de un 1,6 por ciento de julio.
La cifra del IPC se mantuvo muy por debajo de la meta de un 3 por ciento que Beijing estableció para el año, dando espacio a las autoridades para nuevas medidas de flexibilización de la política monetaria para brindar apoyo a una economía en desaceleración.
Otros datos sobre China que se conocerán en las próximas semanas posiblemente apuntarán a una mayor debilidad de la economía, lo que reforzaría las expectativas de que Beijing deba presentar nuevas medidas de estímulo y mantendría nerviosos a los mercados financieros globales.
Las importaciones cayeron mucho más que lo esperado en agosto y las exportaciones también se contrajeron, mostraron datos publicados anteriormente esta semana.
Los temores de una desaceleración de la economía mundial liderada por China han aumentado en las últimas semanas, después de una serie de débiles sondeos sobre actividad industrial.
El gobierno también está luchando por estabilizar al yuan, después de una sorpresiva devaluación de la moneda el 11 de agosto, y frenar un desplome del mercado bursátil que ha visto caer a los índices accionarios del país un 40 por ciento desde mediados de junio.