Reuters (Imagen referencial)
SANTIAGO.- De acuerdo a un estudio realizado por la Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería (AIC) y la Coalición de Exportadores de Servicios de la CCS, las exportaciones de servicios de ingeniería de consulta sufrieron un fuerte retroceso en el primer semestre de 2015, alcanzando apenas los US$ 34 millones, un 47% por debajo de los US$ 64 millones registrados en igual período del año anterior.
En los últimos años las exportaciones de ingeniería se han visto afectadas por una fuerte caída de la actividad en Perú, principal mercado de la ingeniería chilena.
El país vecino concentra gran parte de las compras de servicios de ingeniería relacionados con la actividad minera. Esta última ha caído en forma significativa, al igual que en Chile, debido al fin del ciclo de grandes inversiones mineras registrado en los últimos años. En 2014, la inversión minera en Perú cayó más de un 50%, y las expectativas anticipan una nueva caída en 2015, por al menos, 10% adicional.
Además del menor precio de los metales, las inversiones mineras en Perú se han visto perjudicadas por el surgimiento de conflictos de carácter ambiental y social.
Debido a lo anterior, las exportaciones chilenas de servicios de ingeniería hacia Perú se redujeron en un 60% -hasta US$ 15 millones- con lo que su participación sobre el total cayó 16 puntos porcentuales, desde 59% en primer semestre de 2014 a 43% en igual periodo de 2015. Pese a ello, Perú sigue siendo, por lejos, el principal destino del sector, con un 43% del total exportado.
A continuación se ubicó Canadá, con un 12% de participación, seguido de Argentina y España (11% cada uno) y Ecuador, con un 9% del total.
Respecto de los sectores en los cuales se concentran nuestras exportaciones de ingeniería, el estudio confirma que se dirigen principalmente al rubro minero (alrededor del 95% del total) aunque se observa una leve tendencia hacia una mayor diversificación, al detectarse proyectos en la generación de energía eléctrica, en plantas industriales, proyectos en el área del transporte e infraestructura, instalaciones petroleras y petroquímicas, plantas procesadoras de aves y de recirculación de peces, entre otras.
Las expectativas del sector, por ahora, se mantienen sesgadas a la baja, debido a que no se prevén cambios significativos en la demanda de su principal segmento, el de servicios destinados a la minería.