Héctor Yáñez, El Mercurio
LIMA.- Buenas políticas internas que moderen el impacto de shocks externos de la situación económica global. Esa es la recomendación que el ministro Rodrigo Valdés entregó este fin de semana en su participación de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en Lima.
“Estamos enfrentando un momento difícil. Esto no es una crisis, sino una fase de bajo crecimiento y la clave es hacer políticas coherentes con este diagnóstico, que contribuyan a no exacerbar los impactos negativos. No digo eliminarlos, porque eso es imposible”, afirmó Valdés en un seminario organizado por la Fundación Per Jacobsson, en el que también participaron el presidente del Banco Central de Perú, Julio Velarde, y Carmen Reinhart, académica de la Universidad de Harvad.
Valdés indicó que en este reacomodo de las economías, lo natural es que algunos sectores productivos declinen mientras otros toman mayor relevancia.
“Lo clave para facilitar este proceso es la flexibilidad cambiaria y un ajuste en la política estatal. En Chile ya se ha concretado la mayor parte de la depreciación cambiaria, sin grandes costos, y estamos en un proceso gradual de ajuste fiscal. Otros países tienen que hacerlo rápido, lo que puede traer costos a sus economías”, indicó el titular de Hacienda.
Según indicó el Ministerio de Hacienda en un comunicado, en las distintas reuniones en Lima, Valdés pudo constatar la coincidencia del panorama presentado por los organismos internacionales, en el sentido de la que desaceleración de la economía es un fenómeno que afecta a todos los países exportadores de commodities y que el fin del ciclo de altos precios de estos productos tiene más peso en la desaceleración que los factores internos.