PARÍS/GUADALAJARA.- La población infantil está pagando un precio muy alto por la creciente desigualdad en el mundo, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que compara las vidas de niños de altos y bajos ingresos.
La pobreza por ingresos afecta a uno de cada siete niños de los países miembro de la OCDE y el 10% vive en hogares con todos sus miembros desempleados, destaca el texto, presentado en varias ciudades, entre ellas Guadalajara, México, donde la organización celebra su quinto foro mundial hasta el jueves.
Desde el inicio de la crisis económica, la tasa de pobreza infantil ha aumentado en dos tercios en los países de la OCDE y supera a la de la población general en la mayoría de los países.
Tras analizar por primera vez el bienestar infantil, el informe "¿Cómo va la vida?" destaca que en entornos más privilegiados los niños suelen tener mejor salud y su escolarización es más feliz. Los niños de familias más desfavorecidas, en cambio, afirman tener menos compañeros de clase que se portan bien con ellos y que les ayudan, y es más probable que sufran "bullying" (acoso) en la escuela.
"Las cifras de satisfacción con la propia vida, de habilidades de lectura y resolución de problemas, de comunicación con sus padres y su intención de votar en las elecciones nacionales cuando sean grandes son menos positivas cuando se trata de niños de entornos menos favorecidos. La creciente desigualdad entre los padres termina minando las oportunidades de sus hijos", subraya el informe.
Entre otras conclusiones del informe se destaca que la brecha en el bienestar de regiones de un mismo país puede ser tan grande como las diferencias entre países, y que las desigualdades intergeneracionales pueden ser muy importantes.
"El brusco aumento del desempleo de larga duración al que estamos asistiendo desde 2009 ha afectado de forma desproporcionada a los jóvenes. Sin embargo, es más probable que estos menores de 30 años se sientan arropados por amigos o familiares que los mayores de 50", señalan los autores.
Además, el lugar de residencia afecta a la calidad del aire que se respira. Se ha estimado que 42 millones de personas de la OCDE están expuestas a una contaminación atmosférica con niveles de PM 2,5 claramente superiores a lo que estipulan las directrices de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea.
El informe "¿Cómo va la vida?" forma parte de la Iniciativa de la OCDE para una Vida Mejor, lanzada en 2011 para medir el bienestar y el progreso más allá de los datos tradicionales como el PIB.