CHINA.- China volvió a registrar una ralentización de su economía en el tercer trimestre: el Producto Interno Bruto (PIB) tuvo un crecimiento del 6,9% trimestral, según se desprende de las cifras reportadas hoy lunes por las oficinas estadísticas en Pekín.
De este modo, la economía evidencia el crecimiento trimestral más lento que haya tenido desde 2009.
El país apunta a lograr un crecimiento de "aproximadamente el siete por ciento" hasta fin de año, pese a que en 2015 creció un 7,4%, la menor cifra registrada por el país en los últimos 25 años.
La debilidad del comercio y las manufacturas han generado preocupación respecto a posibles pérdidas de empleos y disturbios. En esa línea, el Gobierno ha recortado las tasas de interés cinco veces desde noviembre en un esfuerzo por apuntalar el crecimiento.
El gasto de los consumidores, en tanto, se aceleró durante el trimestre, ayudando así a afianzar la expansión. Las ventas minoristas subieron desde el 10,5% de julio al 10,9% en septiembre, mientras que el gasto en comercio electrónico aumentó un 36% en el tercer trimestre con respecto al año anterior.
"Continuas presiones a la baja del mercado inmobiliario y las exportaciones provocaron una caída en el crecimiento del PIB", señaló Louis Kuijs de Oxford Economics, y añadió que "un consumo robusto y las infraestructuras evitaron una disminución más drástica".
Gran parte de la desaceleración de China en los últimos cinco años fue autoimpuesta por el liderazgo comunista para intentar dirigir la economía hacia un crecimiento más autosostenible basado en el comercio doméstico y la industria de servicios en lugar del comercio y la inversión.
"Todo esto indica que la restructuración y la modernización de la economía china es constante", sostuvo Sheng Laiyun, vocero de la agencia estadística de China. "El estado general de la economía china sigue siendo fuerte", subrayó.