SANTIAGO.- Pese a que Chile es el quinto país de la OCDE que más horas trabaja al año, una parte de los chilenos encuentran que es insuficiente el tiempo que pasan en sus empresas y les gustaría añadir más al día para mejorar sus remuneraciones.
Esa es la principal conclusión del análisis que realizaron acádemicos de la Universidad Alberto Hurtado, en base al resultado de la Encuesta Suplementaria de Ingresos 2013 del INE (NESI), en donde se identificó que dos tercios de las personas encuestadas estaba contenta con el tiempo que pasaba en su trabajo y un 1,5% quería reducir las horas laborales aunque recibieran un salario menor.
Al resto de los trabajadores le gustaría aumentar la jornada. "Cuando vimos esto pensamos que lo que pasaba es que el trabajador que quiere trabajar más es porque está en un momento malo de su situación laboral, que está con un trabajo inestable. Pero ni fue así", afirma Lucas Navarro, economista y uno de los investigadores del estudio.
Es por eso que redujeron la muestra a sólo hombres -porque tienen más estabilidad en los empleos-, con contratos indefinidos de tiempo completo y de edad adulta, para asegurarse que se tratase de personas "con una calidad de trabajo relativamente buena". Pero el resultado fue revelador: un tercio de ellos, es decir 638 mil trabajadores, quería aumentar las jornadas laborales.
Para los investigadores, la causa de esta inusual respuesta son los bajos sueldos y por tanto, la baja productividad del país, que a junio de este año llegó a su menor nivel desde 1990 según el indicador elaborado por Clapes UC.
"En condiciones ideales, la productividad incide directamente en los salarios. Si los trabajadores ganan calificaciones se hacen más productivos, de alguna manera el trabajador pasa a aportar más al valor agregado de la empresa y en algunas instancias eso tiene que generar un derrame en sus salarios", explica Navarro.
La encuesta especifica que las personas que desean trabajar más ganaban en promedio $487 mil, mientras que los trabajadores "satisfechos" recibían un 30% más, o sea $639 mil. Los pocos trabajadores que estarían dispuestos a reducir su jornada y sus ingresos, por su parte, tienen ingresos promedio de $870 mil.
Consultados por qué no trabajan más horas, las empleados afirmaron porque las políticas de sus empresas lo impiden, como el no pago de horas extras.
Lo que no detalla la encuesta es cuánto es el sueldo que les gustaría recibir a los trabajadores "insatisfechos". Esa variable, permitiría determinar en cuánto debería aumentar la productividad del país para que los trabajadores ganen lo que desean sin sumar más horas a su jornada.
Por ahora, lo que queda es apostar por mejorar y aumentar las políticas de desarrollo nacional encaminadas a dinamizar la innovación, afirma Navarro: "La norma en que un país puede accerder a mejores salarios es lograr aumentar de productividad. Eso puede dar sustento y mejoras genuinas a cada trabajador".