WOLFSBURGO.- Miembros de la dirección de la multinacional alemana Volkswagen admitieron las irregularidades en el software de sus vehículos un mes antes de que saltara el escándalo a mediados de septiembre, según publicó este jueves el diario alemán "Handelsblatt".
De acuerdo con informaciones, se trata de ingenieros de Volkswagen en Estados Unidos.
También el programa de la televisión pública alemana "Frontal 21" informó de que unos ejecutivos de Volkswagen ofrecieron una "confesión parcial" a las autoridades medioambientales del estado de California, donde empezaron las investigaciones que terminarían revelando el escándalo.
Un vocero de la empresa dijo el miércoles en Wolfsburgo que la dirección de la compañía ya sabía que se habían detectado problemas en las emisiones de sus autos en Estados Unidos. Pero aseguró que no conocían los detalles de las manipulaciones, admitidas por Volkswagen en septiembre.
La empresa mantuvo contacto con las autoridades medioambientales durante meses. Dichas conversaciones estuvieron en manos de técnicos de Volkswagen. Pero, según los portavoces, todos los contactos estuvieron a cargo de personal por debajo de los niveles directivos en la compañía.
El organismo alemán de supervisión financiera y bursátil, Bafin, está investigando si Volkswagen se demoró demasiado en informar del escándalo que se avecinaba. Algunos accionista ya se querellaron contra la empresa. A raíz del escándalo, los títulos de la compañía cayeron de 170 a poco más de 100 euros por acción en la Bolsa de Frankfurt.
El miembro del consejo supervisor de VW y primer ministro de Baja Sajonia, Stephan Weil, ya criticó a la empresa a mediados de octubre. Weil dijo en el parlamento regional que las manipulaciones podrían haberse reconocido antes. Baja Sajonia es uno de los principales accionistas del gigante automotor.
Las primeras pistas de posibles diferencias entre los resultados de laboratorio y las emisiones de los VW en carretera llegaron ya en otoño de 2014. Entonces comenzó un año de tira y afloja entre la compañía y los supervisores medioambientales de la compañía, hasta que VW admitió haber manipulado millones de autos con softwares fraudulentos para simular que emitían menos contaminación de la real.
El consejo de vigilancia de Volkswagen volverá a reunirse mañana en la sede de la empresa, Wolfsburgo, para debatir de nuevo sobre el estado de las investigaciones sobre el escándalo, así como sobre las finanzas y las futuras inversiones de la compañía.