SANTIAGO.- El cobre en su menor valor en seis años y medio, y el dólar en su peack desde 2003, han sido la constante durante todo este año para la divisa más importante del mundo y para el principal producto de exportación nacional. Las diferencias se acentúan y aún no hay un techo -o un suelo- de tope.
En las últimas semanas, la distancia se ha intensificado mientras se acerca la fecha de la última reunión del año de la Reserva Federal de Estados Unidos, en donde se decidiría -por fin- aumentar la tasa de interés después de casi una década.
Según la encuesta permanente que realiza del grupo de inversiones CME, este lunes un 74% de los inversionistas espera un aumento el próximo 16 de diciembre. Un 73,6% espera que sea de 50 puntos base.
Pero para los analistas, por mucha presión que ejerza la decisión de la primera potencia mundial, es China el que continúa presionando el precio del cobre.
"Los dos focos son variables importantes para explicar la fuerte caída del cobre. Pese a que la debilidad de China es algo que se tiene internalizado, lo que el mercado no esperaba es la velocidad de la desaceleración", explica Samuel Levy, jefe del Departamento de Estudios de ForexChile.
El analista afirma que "mes a mes hemos visto cifras del sector manufacturero y de servicios que han mostrado datos más débiles de lo esperado y eso ha llevado al Fondo Monetario Internacional y muchas entidades financieras a actualizar sus proyecciones de crecimiento para el próximo año a un nivel menor al contemplado inicialmente y eso es lo que ha gatillado la debilidad del cobre".
Levy proyecta que el cobre podría caer hasta los US$ 1,92 la libra este año y topar los US$ 1,80 el próximo año -sería el menor valor desde el 1 de mayo de 2009- perjudicado tanto por la debilidad China como la apreciación del dólar a nivel internacional -este año ha subido un 10%. Según estimaciones del Banco Mundial, el metal continurá bajo los US$ 2,5 la libra hasta 2025.
"Nuestra estimación es que ambos factores deberían mantenerse durante 2016 por lo que hay que empezar a convivir con esta nueva realidad, ya que la reestructuración de la economía china será de un proceso lento y mientras no retome los fuertes niveles de crecimiento", afirma el experto.
En general, hay economistas no se muestran tan preocupados por la caída del precio del cobre. Según Carolina Grünwald, investigadora de la Universidad del Desarrollo, "Chile no depende tanto del precio del cobre como dependía antes, en términos de presupuesto. Hay otras cosas más que inciden en nuestra actividad".
Según datos de la Dirección de Presupuesto del Gobierno, los ingresos derivados de la minería estatal (Codelco) y la gran minería privada representaron un promedio anual de 16% del total de los ingresos fiscales entre 2001 y 2014, con un máximo superior de 34% en 2006.
Grünwald reiteró que la regla del 1% estructural, "la economía chilena ha estado guardando plata de los periodos de las 'vacas gordas' para las 'vacas flacas', con el objetivo de estabilizar el consumo".
La académica afirma que "además de acostumbrase a tener una entrada menor, y lógicamente gastar menos plata, lo que siempre se ha hablado es diversificar nuestro producto. A largo plazo es la mejor política que podemos tener".