TOKIO.- La agencia de calificación crediticia Moody's anunció el jueves que mantiene intacta su nota en "A1" (sobresaliente bajo), con perspectiva estable, aunque destaca el gran volumen de deuda estatal y los últimos datos negativos de crecimiento.
En la actualización anual de su evaluación sobre el país asiático la entidad consideró que la creciente rigidez del mercado laboral y el excelente rendimiento corporativo no se han traducido en subidas salariales o en mayores volúmenes de inversión de capital, dos motores importantes para el plan de crecimiento del Gobierno actual.
Un mayor crecimiento -Japón ha registrado una recesión técnica entre abril y septiembre- dependerá según Moody's de la "naturaleza, velocidad de implementación y efectividad" de las reformas estructurales prometidas por el Ejecutivo de Shinzo Abe.
También sostiene que no queda claro como el Gobierno pretende lograr su objetivo de alcanzar un balance primario equilibrado o casi equilibrado para 2020 si no se registra un crecimiento económico mayor.
Al mismo tiempo destaca que factores estructurales, como el envejecimiento de la población, empeoran las perspectivas de crecimiento y hacen más difícil solventar el incremento de la deuda pública, agravada por los costes cada vez mayores de la seguridad social.
No obstante, Moody's concede nota alta a la solidez fiscal de la tercera economía del mundo gracias a la estabilización de ese volumen de deuda y a una mayor eficiencia en recaudación fiscal.
"Pese a que el volumen de deuda de Japón en relación al PIB (es más del doble) es mayor que la de cualquier otro país" de los que califica la agencia, su sostenibilidad se ve "reforzada por su estructura favorable y los tipos de interés muy bajos que el Gobierno" nipón paga para financiarla.
Moody's rebajó en diciembre de 2014 la nota crediticia de Japón de "Aa3" (sobresaliente alto) a "A1" (sobresaliente bajo), con perspectiva estable, ante las dudas que plantean las medidas de las autoridades para contener el déficit y la enorme deuda pública.