SANTIAGO.- El grupo de expertos, convocado por el Ministerio de Hacienda, entregó su informe con una serie de propuestas para modificar la Ley General de Bancos, bajo ciertos criterios.
El texto fue recibido por el jefe de las finanzas públicas, Rodrigo Valdés, quien valoró el reporte realizado por los integrantes del grupo de trabajo, liderado por Raphael Bergoeing.
El secretario de Estado explicó que al grupo se le solicitó focalizar su análisis básicamente en el requerimiento de capital propuesto por Basilea III, en revisar el gobierno corporativo de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) y el esquema que hay en Chile de resolución bancaria.
Asimismo el ministro recalcó que estas sugerencias serán importantes para afinar el proyecto de ley, el que sería finalmente enviado en enero próximo.
La reforma a la Ley General de Bancos debiera sustentarse en cinco criterios, según se desprende del texto:
Estabilidad: la reforma se construirá manteniendo el esquema actual legal y sus pilares institucionales y la gracia es perfeccionarlo para los nuevos desafíos en materia de banca.
Gradualidad: la reforma debe implementarse de manera gradual, debido a que la industria debe ajustarse a los nuevos requerimientos. De hacerse demasiado rápido, los "costos colaterales" pueden ser difícil de abordar.
Adaptabilidad: Valdés explicó que lo que se hará es considerar las características del mercado local, y no de imponer criterios.
Flexibilidad: la adopción del marco de Basilea debe permitir que a futuro continúe ajustándose a medida que se consolida en el resto del mundo.
Coordinación: tanto el Banco Central como la SBIF, al preocuparse por la estabilidad financiera, deben mantener una fluida comunicación. Lo mismo debe ocurrir en otras instancias como el Consejo de Estabilidad Financiera.
El grupo propuso además dar una mayor independencia a la SBIF a través del nombramiento de un cuerpo colegiado, cuyos integrantes sean nombrados por periodos fijos y removidos por causales definidas en la Ley.
Sobre los requerimientos de capital, la instancia propuso cerrar las brechas existentes actualmente con respecto a lo establecido por Basilea.
Por último, el comité de expertos recomendó cambios en la regularización temprana en el caso que un banco enfrente hechos que afecten su situación financiera, como por ejemplo, modificar los gatillos del convenio de acreedores para que forme parte de la regularización temprana.