Luigi Zingales: "El Estado debe ser un árbitro imparcial, no un jugador"

SANTIAGO.- "La competencia es el mayor bien público. La competencia trae la eficiencia". Esa es una de las máximas postuladas por Luigi Zingales, economista de la Universidad de Chicago que visitó en Chile para participar en un seminario de la Universidad Adolfo Ibáñez.

El académico y autor de los libros "Salvando al capitalismo de los capitalistas" y "Un capitalismo para las personas", defendió la importancia del libre mercado para el desarrollo de las sociedades, siempre que existan reglas claras y eficientes.

Sostiene que "es la competencia la que permite que hoy las personas tengan más bienes que Luis XVI, que las personas en una favela brasileña tengan un celular, es la competencia la que nos proporciona la libertad de elección. Cuando se aumenta la competencia disminuye la discriminación porque la discriminación es un lujo de los monopolios".

"La competencia trae la eficiencia", explica el académico, ejemplificando con el caso chileno, en donde en los últimos 20 años disminuyó la pobreza y las brechas de desigualdad.

En esa línea afirmó que es distinto ser pro-mercado que pro-empresa: "Cualquier subsidio, cualquier restricción a la competencia lo que hace es que la empresa tenga menores probabilidades de sobrevivir".

Según el economista, el subsidio provoca que los ciudadanos tengan que pagar más impuestos, no se consiga un precio justo por los productos y que las organizaciones fracasen y provoquen distorsiones a la economía.

Para que se conjugue una competencia libre, pero con la regulación necesaria, Zingales afirma que "el Estado debe ser un árbitro imparcial, no un jugador".

"¿Cómo crear un árbitro imparcial?", se pregunta Zingales, "para eso se necesita tener un "sector de medios de comunicación competitivo y agresivo" que informe. "Los periódicos son más influyentes que los directorios", afirmó.

Y que un conjunto de instituciones deben facilitar que las personas puedan expresar su opinión, que se involucren en las que reglas que "todos los mercados necesitan (…) legitimar los procesos de regulación financiera".

Aunque reconoce que la libre competencia es un idea difícil de "vender a los jóvenes", afirma que sí es "la mejor forma de acabar con las desigualdades, pero que para eso se necesita un consenso político (...) asegurándose que el sistema funcione para todos".