EFE
WASHINGTON.- El embargo sigue sin mayores cambios un año después que Washington y La Habana empezaran el deshielo diplomático. Pero los agricultores estadounidenses cortejan al Congreso y viajan a Cuba para buscar abrir el comercio con la isla, un pequeño pero clave mercado para sus exportaciones.
"Ahora vemos un verdadero empuje del lobby de la agricultura para seguir liberalizando y normalizando nuestra relación con Cuba", dijo Alana Tummino, especialista del Council of the Americas.
Hace un año los mandatarios Barack Obama y Raúl Castro sorprendieron al mundo anunciando que los antiguos enemigos de la Guerra Fría abandonaban la confrontación para iniciar el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
Desde entonces, los principales productores estadounidenses, junto al sector de las telecomunicaciones, han sido los más activos abogados del fin del embargo.
En los últimos meses, delegaciones de estados agrícolas exploraron posibles negocios en la isla y casi un centenar de empresarios estadounidenses de la "U.S. Agriculture Coalition for Cuba" -creada a inicios de año para presionar contra las restricciones- visitaron centros productivos cubanos.
Desde California a Minnesota, los gobernadores de nueve estados agrícolas de Estados Unidos llamaron a poner fin por completo al embargo sobre Cuba" en una carta a los congresistas, pidiéndoles que dieran "pasos decisivos".
Y cuando el secretario de Agricultura, Thomas Vilsack, viajó por tres días en noviembre a Cuba, su misión era "explorar las oportunidades para que Estados Unidos exporte más productos a la isla".
La reapertura de embajadas en julio, el aumento de las remesas a Cuba y el potencial de nuevos negocios han creado un interés adicional" para el sector de alimentos, dijo Parr Rosson, profesor del Departamento de Economía Agrícola de la Texas A&M University.