Glenn Arcos, El Mercurio (Imagen referencial)
SYDNEY.- La empresa BHP Billiton dijo el martes que estaba revisando la decisión de un juez de congelar sus activos brasileños para garantizar la indemnización por el deslave tóxico que causó el mayor desastre ambiental de la historia de Brasil.
La víspera, la minera Vale, cuyos bienes han sido también bloqueados, anunció que recurrirá la decisión de la justicia brasileña de suspender sus licencias para extraer mineral.
El gigante minero anglo-americano y la brasileña Vale son dueños a partes iguales de Samarco, décima exportadora de Brasil y propietaria del embalse de desechos mineros que reventó el 5 de noviembre y desató un tsunami de lodo que enterró un pueblo, matando a 17 personas.
"Estamos revisando la decisión y considerando las opciones, incluyendo posibles motivos para apelar", dijo un portavoz de BHP en un comunicado.
BHP añadió que dos personas que trabajaban en la presa permanecen desaparecidas.
La medida cautelar insta a que las compañías efectúen en 30 días un depósito de 2.000 millones de reales (unos 520 millones de dólares) para ser utilizados en la ejecución del plan de recuperación integral de los daños del deslave.
El juez consideró que Vale y BHP son "corresponsables" de las decisiones tomadas por Samarco y determinó la "indisponibilidad" de sus licencias para la extracción de mineral.
La minera dijo que solicitó, junto con Vale y Samarco, los servicios de una firma de abogados con sede en Nueva York, Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton, para investigar la causa de la ruptura de la presa.
"BHP Billiton se ha comprometido en publicar los resultados de la investigación externa", dijo la empresa minera, una de las mayores del mundo.
El torrente de lodo y desechos mineros recorrió más de 650 km por el río, a través de los estados de Minas Gerais y Espirito Santo (sureste de Brasil), hasta desembocar en el océano Atlántico, donde también impactó en el ecosistema marino.
Serán necesarios al menos 10 años para que se recuperen las condiciones básicas de esa cuenca, según estimaciones de la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira.