BEIJING.- El gobierno chino no tiene ninguna intención de devaluar su moneda para impulsar sus exportaciones ni tiene planes de entrar en una guerra de divisas, según aseguró el primer ministro Li Keqiang a la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
Li y Lagarde mantuvieron una conversación telefónica el jueves a petición del FMI poco después de que el organismo instara a Beijing a mejorar la comunicación con el mercado sobre sus políticas económicas, informan los medios chinos.
Ante la preocupación sobre la depreciación de la moneda china, Li reiteró que "no hay ninguna base" para una continúa devaluación del yuan y rechazó que reducir el valor de su divisa sea un mecanismo para animar las debilitadas exportaciones del país.
La cotización del yuan está fuertemente controlada por las autoridades chinas, que cada día establecen un tipo de cambio de referencia y permiten que fluctúe hasta un máximo de un 2% respecto a ese precio medio.
Algunos analistas interpretan la devaluación del yuan como un intento de China por estimular su desacelerada economía, mientras Beijing argumenta que es una medida para medir su divisa con el dólar.
En este contexto, Li aseguró a Lagarde que China aumentará la comunicación con el mercado para mantener "el tipo de cambio del yuan estable y en un nivel razonable y justo".
El primer ministro también pidió a la directora ejecutiva del FMI confianza en la economía china a pesar de su desaceleración, y le enumeró las mejoras conseguidas, como "un empleo casi total".
"Somos capaces de mantener un crecimiento sostenible y estable", insistió Li, una semana después de que se conociera que el PIB de China creció un 6,9 por ciento en 2015, su ritmo más bajo en un cuarto de siglo.
La conversación entre China y el FMI se produce poco después de que entrara en vigor la reforma del sistema de cuotas en el FMI que otorga mayor peso político a economías emergentes como China, y en un momento en el que Lagarde busca apoyos para renovar su mandato al frente de la institución financiera.
No obstante, no ha trascendido si el primer ministro chino ofreció su apoyo a Lagarde, que ya ha recibido el respaldo de varios gobiernos europeos, así como de, entre otros, Japón y Brasil.