SANTIAGO.- En su primera medición del año, el Indicador Mensual de Confianza Empresarial (IMCE) se ubicó en enero en 44,99 puntos, con una mejoría de 2,12 puntos respecto al mes anterior. Sin embargo, completó 22 meses en un nivel pesimista, esto es, por debajo del umbral de 50 puntos que da paso a una tendencia optimista.
El índice es elaborado por Icare y la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI). Abarcó una muestra de 333 empresas de los sectores comercio, construcción, industria y minería.
Según informó
"El Mercurio", a excepción de la actividad minera, los otros tres sectores marcan registros de confianza muy por debajo de sus promedios históricos.
La confianza del sector construcción registró 33,3 puntos y una caída de 4,4 puntos en comparación con diciembre, aunque siete puntos por sobre el registro de hace doce meses. Es uno de los resultados que más llama la atención a Mario Valcarce, del Círculo de Finanzas y Negocios de Icare. "Por el efecto multiplicador de esta actividad, es doblemente preocupante la percepción del sector. Puede estar influyendo la menor velocidad de adjudicación de concesiones de obras públicas y un área inmobiliaria afectada por el IVA a la vivienda", dice.
Con 63,3 puntos, la confianza del sector minero subió con fuerza 10,4 puntos en relación a diciembre y 0,4 puntos en doce meses.
El sector comercio totalizó 47,1 puntos con un aumento de 0,4 puntos respecto a diciembre y 1,4 puntos menos que hace doce meses. La industria manufacturera anotó 40,1 puntos con un aumento mensual de 2,3 puntos, pero 2,9 puntos menos que en enero de 2015.
El economista de la Escuela de Negocios de la UAI, Francisco Parro, atribuye el leve repunte del IMCE al mensaje de austeridad que el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, trata de transmitir.
La situación económica esperada del país se ubicó en un nivel pesimista de 24,8 puntos, incluida la minería, pero al excluir al sector minero la confianza empeora, alcanzando un nivel de 18,3 puntos. En cambio, aún en un nivel pesimista, la situación esperada de la empresa marca 45,5 puntos.
Estos resultados muestran que persiste intranquilidad respecto de las reformas impulsadas por el Gobierno en materia tributaria, laboral y de educación, asevera Parro. "Es necesario que la autoridad se convenza de que las turbinas internas de la economía las impulsa el sector privado. El Gobierno debe facilitar y no trabar la iniciativa privada", agrega.
Álvaro Clarke, miembro del Círculo de Finanzas y Negocios de Icare, tiene dos explicaciones para la persistencia del pesimismo. Una es el deterioro de las condiciones económicas internacionales, que han ajustado a la baja el precio de materias primas como el cobre, repercutiendo en menores expectativas para la expansión de la demanda y con efecto en las cuentas fiscales.
Y, segundo, como factor endógeno menciona los cambios impulsados por el Ejecutivo. "Las reformas han dejado la sensación de que su diseño ha carecido de la prolijidad suficiente y, además, han sido discutidas con apresuramiento en las instancias parlamentarias correspondientes", asegura.