ATENAS.- Grecia vive hoy la primera huelga general del año convocada por los sindicatos contra la reforma del sistema de pensiones que el Gobierno de Alexis Tsipras negocia con los acreedores.
Se trata de la tercera huelga desde que el Ejecutivo de izquierda asumió el Gobierno hace un año, pero la primera que cuenta con una amplia participación de diversos colectivos autónomos como comerciantes y taxistas, así como de los agricultores.
Como suele ocurrir en Grecia dada la abundancia de huelgas, los paros no son totales, pues muchos trabajadores y autónomos temen nuevas pérdidas en sus ya de por si precarios ingresos.
En la administración pública, por ejemplo, ha habido escuelas que no han cerrado sus puertas.
Las principales confederaciones de sindicatos del sector público (ADEDY) y privado (GSEE) han convocado una manifestación a las 09.00 GMT en la céntrica plaza de Klathmonos, próxima al Ministerio de Trabajo.
El metro y el tranvía de Atenas sólo circulan entre las 08.00 GMT) y las 15.00 GMT, mientras que los trenes interurbanos, los de cercanías y los trolebuses pararán durante toda la jornada.
Los autobuses urbanos, en cambio, están funcionando desde las 07.00 GMT y lo harán hasta 19.00 GMT.
Por primera vez en muchos años, los taxistas, que hasta ahora declinaba unirse masivamente a los paros, también han secundado la huelga.
También los barcos permanecen amarrados en los puertos, y las compañías aéreas locales Olympic Airways y Aegean Air han tenido que cancelar 66 vuelos domésticos a causa del paro parcial de los controladores.
En el sector sanitario, los hospitales públicos ofrecen solo servicios mínimos, ya que los médicos y el resto de trabajadores han anunciado su adhesión, como también lo han hecho los farmacéuticos.
Trabajadores de profesiones liberales como los abogados y los ingenieros que ejercen como autónomos se han sumado igualmente a esta protesta.
Los agricultores mantienen los bloqueos en puntos centrales de las carreteras y autopistas de todo el país que iniciaron hace más de dos semanas.
La huelga tiene lugar en un momento en que el Gobierno de Tsipras negocia en Atenas con los representantes de las instituciones acreedoras la reforma de las pensiones, en el marco de la primera revisión del tercer rescate.
El Ejecutivo ha desarrollado una propuesta que pretende evitar nuevos recortes a los pensionistas, que desde 2010 han sufrido once reducciones.
A cambio, plantea subidas de las cotizaciones y recortes de las pensiones suplementarias, que pese a tener ese nombre, forman el pilar fundamental de los ingresos de los jubilados, que a su vez son el sustento de más de la mitad de las familias griegas, según un estudio realizado por la asociación de pymes.