SANTIAGO.- Los hervideros de startups colonizan las ruinas industriales de Reino Unido, en un momento en que la locura de los precios de Londres está transformando la geografía económica de ese país.
En el imaginario colectivo británico, el norte de Inglaterra pasó de la pujanza industrial a la depresión en las últimas décadas del siglo pasado. A cualquiera que haya frecuentado la zona hace unas décadas le sorprenderá descubrir que hoy son un poderoso imán de talento joven.
Por ejemplo, la población de Manchester ha aumentado un 20% en los últimos años y el segmento que más ha crecido es el de los jóvenes de 25 a 35 años, publicó el diario español El País.
Se espera que las economías de Manchester, Liverpool y Birmingham crezcan más en los próximos cinco años que las de París, Berlín o Tokio.
"Reino Unido es el país más centralizado de Europa, después de Albania", explica Richard Leese, líder laborista de la autoridad local de Manchester.
"El norte de Inglaterra es una colección de cinco ciudades medianas que aportan 290.000 millones de libras (377.000 millones de euros) al año a la economía británica. Si podemos mejorar las conexiones entre ellas, estaríamos hablando de una ciudad virtual de más de 10 millones de habitantes, más extensa que Beijing y más poblada que Londres", afirma Leese, quien también destaca que por sí sola, esta zona sería la 22ª economía del mundo.
"Algo está pasando en el norte de Inglaterra" es una frase que se escucha como un mantra en empresas grandes y pequeñas, en las oficinas de los políticos, en los pubs.
La labor no es fácil: la productividad de los londinenses duplica todavía a la de los ingleses del norte. Pero la grieta, poco a poco, se está cerrando.
El referéndum de Escocia colocó sobre la mesa la devolución de poderes a las regiones, algo que ya habían recomendado años antes importantes economistas y urbanistas.
Es por esto que el Gobierno conservador ofreció a las ciudades más autonomía y la posibilidad de elegir alcaldes: Manchester será la primera en ensayar una fórmula que hasta ahora era exclusiva de Londres.
El canciller del Exchequer es el gran valedor del otro proyecto del Gobierno para potenciar el norte: el llamado Northern Powerhouse, algo así como la central energética del norte.
El proyecto supone, en tiempos de austeridad, inversiones millonarias en infraestructuras de transportes para mitigar el histórico agravio comparativo con el sur: de Leeds a Liverpool se tarda más en tren que de Londres a París.
Pero hay otra infraestructura que lo conectará mejor con el mundo: el puerto de Liverpool, en donde el 70% de las mercancías no puede descargar aquí por el tamaño de los barcos.
Con 300 millones de libras de inversión, sobre todo privada, se acometerá el proyecto Liverpool 2, que permitirá al puerto recibir embarcaciones más grandes y se espera que en 10 años, el puerto pasará de recibir 400.000 a un millón de contenedores de carga.
"Londres es la capital financiera, pero tiene muchos problemas", explica James Cliffe, responsable de banca para empresas en el país, que pertenece a la avanzadilla de los más de mil trabajadores de la entidad que abandonarán Londres.
"Tengo tres hijos jóvenes. Si viviéramos en Londres, tendríamos una casa más pequeña, menos jardín. La calidad de vida aquí es mucho mayor. Si tu trabajo es global, ¿por qué vas a estar en Londres? Yo creo que muchas grandes empresas van a ver la oportunidad de trasladarse al norte", afirmó, en relación a una zona de Inglaterra que también goza de una marcada herencia musical y deportiva por explotar.