SANTIAGO.- Economista, empresario y militante del Partido Socialista, Óscar Guillermo Garretón hace una pausa en su ajetreada agenda para analizar los recientes hechos que involucran al ahora ex militante de la UDI
Pablo Longueira, quien es indagado por un posible hecho de cohecho.
De entrada advierte que en el país "tenemos un problema ético y moral como sociedad, que es muy grave que abarque también los que están en el poder o tienen algún grado de poder como puede ser los empresarios o políticos". Sobre este caso en el que se ve involucrado el ex líder del gremialismo, asegura que " yo no sé si es inocente o no (Pablo Longueira), no me corresponde juzgarlo, pero que haya la imagen de corrupción o financiamiento irregular de la política en el mundo de la empresa, es una cuestión que socava su autoridad en el país y a mí me importa eso más que el tema legal que tiene que enfrentar Longueira".
No obstante, afirma que "es evidente que todo el país no puede estar resistiendo más que continúe todos los días apareciendo una nueva una persona con algún problema.
Con todo, el empresario ve un problema más allá que los hechos de financiamiento irregular de la política o de corrupción que se han destapado en el último tiempo.
"Para que seamos sinceros, la sociedad chilena completa adolece de una pérdida de niveles de moralidad en su vida cotidiana, que la pillería, el no pago de la micro, la ratería, el llevarse cosas a veces de las reparticiones públicas o de las empresas se ha extendido, por lo menos la legitimidad de eso, y esa cuestión termina haciendo daño a todos, y cada uno justifica la suya diciendo 'y por qué yo no, si los otros también lo hacen' y también afecta eso la impunidad para el delito, sea el de cuello y corbata o el de los portonazos".
Por lo anterior que Garretón señala que "tenemos un tema que resolver en general como sociedad y un día fue Longueira, ayer fue
Orpis o
Marco Enriquez-Ominami, mañana será otro. Yo prefiero que se limpie y se aclare todo de una vez y que tengamos un país con niveles de exigencia ética para todos, desde el gallo que va a la micro y no paga y por supuesto y mucho más para la gente que tiene niveles de responsabilidad mucho mayor".
El economista pide que "no extendamos a todo el mundo político en general lo que pueden ser las acciones de una persona, o sea, las acusaciones son súper específicas a él y él va a tener que responder por ella".
Por último repara en que "hay que tener cuidado en otra cosa, ni todos los políticos son ladrones en Chile, ni todos los empresarios son unos desalmados chupasangre, aquí por suerte tenemos una política en la cual también hay gente honesta que está preocupada y viendo cómo cambiar las cosas, y salen leyes nuevas de regulación de eso, y hay empresarios serios que también condenan y están tomando una serie de medidas para elevar los estándares y exigencias éticas en las empresas".