SANTIAGO.- En sintonía con lo que ha ocurrido con el resto del mundo, la Bolsa de Santiago ha vivido un positivo periodo de ganancias y números azules.
Todo comenzó el último día hábil de enero, cuando alcanzó el máximo nivel desde noviembre y registró el mejor desempeño diario desde septiembre de 2013.
En el primer mes, el IPSA acumuló un avance de 0,1%, en febrero logró un 0,3% y en lo que va de marzo (al cierre del martes), lleva 3,6% de aumento. El optimismo permitió, incluso, que este lunes alcanzara la primer rentabilidad positiva a doce meses desde octubre del año pasado.
Andrés Galarce, analista de Euroamérica, explica que esta buena racha, que se ha intensificado en marzo, se debe por tres razones.
La primera, debido al incremento de las medidas de estímulo del Banco Central Europeo: el jueves pasado anunció que bajaría a su mínimo histórico la tasa de interés.
Segundo, por la recuperación de los precios de las materias primas, impulsados por nuevos acuerdos entre los países productores de petróleo y una estabilización de expectativas desde China.
Y por último, por el "efecto barrio", asociado a la posible detención de Lula da Silva en Brasil y el incremento en la probabilidad de que Dilma Rousseff renuncie a la presidencia.
"Esto ha generado un ingreso relevante de flujos extranjeros junto con la apreciación de las monedas en la región", explicó el analista.
Por su parte, Corredores de Bolsa Sura afirma que "mientras el mercado se apacigüe en el corto plazo, con noticias positivas para la renta variable (como las acciones y las divisas), el nivel de aversión al riesgo en los inversionistas comienza a cambiar (...) prefiriendo activos de riesgo más castigados, que en este caso corresponden a los mercados latinoamericanos, entre ellos Brasil, Colombia y Chile".
Sin embargo, para los analistas el panorama base -tanto para las bolsas como para la economía en general- no ha cambiado ni para la región ni para el mercado local.
"No creemos que el rally en el precio de las materias primas sea perdurable ya que los efectos de sobreoferta y débiles perspectivas de crecimiento económico a nivel mundial no permiten fundamentar el avance de las últimas semanas", explicó Galarce, sumado a que los problemas políticos que presenta Brasil no se reducirán "significativamente con la salida de Dilma".
El lunes, el cobre alcanzó un nuevo máximo en el año y se ha recuperado más de 15% desde que en enero tocó su nivel más bajo desde 2009.
Sura sostiene que la "presión compradora generada por este ingreso de flujos globales no sería sostenible".
"Independiente de estos buenos retornos, nuestra perspectiva para Latinoamérica no ha cambiado, por lo que los fundamentales que visualizamos persisten, con cifras de actividad desacelerándose y correcciones a la baja en las proyecciones de crecimiento", explica la Corredora de Bolsa.