BRASILIA.- El Presidente interino de Brasil, Michel Temer, anunció hoy las primeras medidas económicas de su Gobierno, destinadas, según afirmó, a que vuelvan a crecer la economía del país y la "moralidad pública".
"Tenemos una tarea, una misión, que es hacer que el país camine hacia la meta del crecimiento económico", dijo Temer al anunciar las medidas que calificó como "iniciales". "Vendrán otras", indicó.
Dos de los anuncios más relevantes son la definición de un tope para el gasto público anual y el bloqueo de nuevos subsidios estatales para programas de Gobierno, entre ellos los programas de ayuda social.
La propuesta relativa al tope de gastos públicos establece que los gastos de cada año sólo pueden aumentar en la misma proporción que la inflación del año anterior. Por ejemplo, si en 2016 el Estado gastó 100 millones y la inflación es de 10 por ciento, en 2017 el gasto público no podrá ser superior a 110 millones.
Según informó el el portal del diario "Folha de Sao Paulo", esta iniciativa necesita que el Congreso apruebe una enmienda constitucional para alterar una normativa en vigor, que establece que algunos gastos públicos, como salud y educación, deben ser equivalentes a un porcentaje determinado del Producto Interno Bruto (PIB).
Temer justificó la necesidad de adoptar esta medida diciendo que de 2007 a 2015 "el gasto primario (que no incluye los intereses de la deuda pública) del Gobierno federal pasó de 14 a 19 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto), lo que demuestra que los gastos del sector público se encuentran en una trayectoria insostenible".
La segunda medida anunciada es el bloqueo de nuevos subsidios para programas de Gobierno, entre ellos el de Agricultura Familiar, que compensa a productores que no consiguen solventarse comercialmente, y Mi Casa, Mi Vida, en el que el Estado asume buena parte de los costos de viviendas populares que se otorgan a la población de baja renta.
Una tercera propuesta es la anticipación del pago de una parte de la deuda que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) mantiene con el Tesoro Nacional.
La idea es que el banco de fomento le pague al Gobierno en forma anticipada 100.000 millones de reales (unos 28.000 millones de dólares) del total de 500.000 millones de reales (unos 140.000 millones de dólares) que según precisó Temer el Gobierno le otorgó en los últimos años.
"Esto redundará en un ahorro cercano a los 7.000 millones de reales (unos 2.000 millones de dólares) al año para el Tesoro Nacional", dijo Temer. Esto porque el Tesoro dejará de emitir títulos de deuda.
Esta medida solo podrá ponerse en práctica si se despejan las dudas de que la misma podría configurar una violación a la Ley de Responsabilidad Fiscal. La presunta infracción de esta ley es lo que dio fundamento al enjuiciamiento de la presidenta suspendida Dilma Rousseff.
Temer también anunció el fin del llamado Fondo Soberano, creado en 2008 para tener una reserva en caso de necesidad.
El fondo se nutre con recursos provenientes de la exploración de crudo en las capas ultraprofundas de altamar denominadas capas del pre-sal, pero a raíz de la caída del precio del petróleo quedó "paralizado", según Temer. Actualmente, el fondo tiene 2.000 millones de reales (unos 558,6 millones de dólares).
El Gobierno también intentará dar celeridad en el Congreso a un proyecto que define nuevos criterios de gobernanza de los fondos de pensión y las empresas estatales.
"El proyecto busca introducir criterios rígidos para el nombramiento de dirigentes de los fondos (de pensión) y de las empresas estatales. Es una regla técnicamente correcta porque tendremos la meritocracia funcionando. Quienes vayan a (dirigir) esos fondos serán personas técnicamente preparadas", señaló.