El director de RR.HH. de la aerolínea, Xavier Broseta, quedó con la camisa rasgada luego de la agresión
AFP
PARÍS.- El Tribunal Correccional de Bobigny, en las afueras de París, decidió hoy viernes aplazar el juicio contra un grupo de empleados de Air France por causar desperfectos en las oficinas de la compañía y
agredir a dos directivos de la aerolínea cuando anunciaban un plan de supresiones de empleos.
El juicio quedó suspendido hasta después de las vacaciones de verano (boreal), y se celebrará en dos días en fechas que deben acordarse con los abogados a finales de septiembre o en octubre para poder dar tiempo suficiente a las partes y a la presentación de los diferentes elementos de prueba, informó la emisora "France Info".
La defensa reclamó más tiempo al poco de iniciarse el juicio, a las 09:00 horas locales (03:00 horas de Chile), en el que son juzgados 15 empleados de Air France por los altercados del 5 de octubre y cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo, sobre todo las del director de recursos humanos, Xavier Broseta, con la camisa rasgada y el torso desnudo, protegido por agentes de seguridad.
De los 15 son cinco los que están acusados específicamente de los actos cometidos contra los dos directivos, y en especial contra Broseta, y pueden ser condenados con hasta tres años de cárcel y a multas de 45.000 euros.
Los otros 10 están inculpados por haber causado daños materiales durante la manifestación que se organizó ese día en la sede de la aerolínea en el aeropuerto Charles de Gaulle de París, donde varios miembros de la dirección participaron en un comité de empresa para dar a conocer un programa de reducción de 2.900 empleos.
Los encausados estuvieron respaldados esta mañana en el tribunal y en la sala de audiencias por decenas de compañeros de la aerolínea, sobre todo del sindicato Confederación General del Trabajo (CGT), algunos de los cuales desplegaron pancartas en el exterior.
De hecho, se esperaba a mediodía al secretario general de la CGT, Philippe Martínez, que estos últimos días es la cara visible de las protestas contra la reforma laboral del Gobierno francés.
En paralelo, en Marsella varios miles de manifestantes -según el canal "BFM TV"- se concentraron en el aeropuerto y ocuparon su terminal para manifestar su solidaridad con los empleados que tienen que responder ante la justicia, reclamar su absolución, así como la reintegración de cuatro de ellos, que fueron despedidos.
La empresa, mediante su director jurídico, Frank Raimbault, señaló que esperan que el tribunal de Bobigny "sancione lo que ocurrió" el día de los incidentes y que tanto Air France como los directivos que se han constituido en acusación particular sean "reconocidos como víctimas".