Fernanda Villalobos, Emol
SANTIAGO.- La Tesorería General de la República y el Servicio de Impuestos Internos (SII) informó que la operación renta de 2016 dejó un monto de impuestos declarados por US$12.410 millones, lo que representó una baja de 0,5%, respecto al ejercicio de 2015.
Explicaron que esta caída se dio principalmente debido a la baja de la actividad minera, la que fue contrarrestada por la Reforma Tributaria, principalmente por el incremento de la tasa de primera categoría de un 21% a 22,5%, además del crecimiento económico observado en 2015.
Precisamente, el aporte de las grandes empresas mineras en el impuesto de primera categoría se redujo en US$1.033 millones, lo que equivale a una caída de 65,7%, mientras que el impuesto específico actividad minera disminuyó 62,4%, equivalente a US$225 millones.
Esta merma se debe directamente por la caída del precio del cobre durante el año pasado, el cual promedió 2,5 dólares la libra, frente al 3,11 dólares la libra de 2014.
Por el contrario, el tributo que más aumentó en el 2016 fue el impuesto de primera categoría declarado por "otras empresas" no pertenecientes a las mineras, con una variación positiva de 16,1% equivalente a un aumento de US$1.402 millones, el mayor incremento desde la operación renta de 2012.
"Como ya lo hemos señalado, este alto crecimiento se explica principalmente por el aumento de la tasa del Impuesto a la Primera Categoría de 21 a 22,5% establecido en la Reforma Tributaria", dijo el director del SII, Fernando Barraza.
Declaraciones objetadas
Como resultado del proceso de fiscalización un total de 451.821 declaraciones fueron objetadas por el SII, un 14,5% más que la declaración del 2015.
Esta alza se debe a un aumento en los casos seleccionados para la revisión del FUT, a la identificación de retiro en excesos omitidos o subdeclarados, al control de depreciaciones que pueden resultar excesivas, a contribuyentes que subdeclararon sus ingresos mensuales de 2015, al riesgo de utilización excesiva de créditos por impuestos soportados en el exterior, y a la incorrecta utilización de créditos por contribuciones de bienes raíces contra el Impuesto de Primera Categoría.