BLOOMBERG.- Después de años dedicados a persuadir a las personas de que debían llevar equipaje con monograma y vestir ropa de lujo, ahora Louis Vuitton se concentra en cómo sus consumidores deberían oler.
En septiembre, la marca propiedad del conglomerado francés LVMH, comenzará a proveer de perfumes sus 473 tiendas, incluso algunos con notas de cuero.
Vuitton ya había vendido fragancias anteriormente, en un intento en los años 40 pero que fue interrumpido y rápidamente olvidado. Esta vez, el fabricante de baúles ha desarrollado su propia gama, contratando a un maestro perfumista y estableciendo un laboratorio de fragancias en la región francesa de Provenza, donde abunda la lavanda.
Es una medida oportuna, que llega justo en un momento en el que las ventas de bolsos de US$3.000 y relojes de US$20.000 están estancadas. El enfriamiento de la economía en China y una serie de ataques terroristas en el mundo llevaron a algunos analistas a prepararse para el segundo año más flojo del sector desde 2009.
Otros rivales en el área de la belleza también están sumando fragancias exclusivas. El mes pasado L'Oréal acordó comprar Atelier Cologne de Francia, fabricante de lociones de US$185 que se venden en comercios minoristas de alta gama como Harrods. Estée Lauder y Puig también adquirieron a perfumistas de nicho en los últimos 12 meses en tanto exhiben un desempeño superior a las variantes comunes y corrientes.
US$9.367 millones
generó en 2015 la compañía con las ventas de baúles, bolsos, prendas de vestir, zapatos, joyas y otros artículos
"Ahora que la competencia entre marcas de lujo es tan intensa, conviene tener otra cosa para atraer a la tienda al comprador aspiracional", dijo John Guy, analista de MainFirst Bank AG. Los perfumes, estima, podrían sumar más de 450 millones de euros (US$496 millones) a los ingresos anuales en los próximos años.
Precio de venta
El éxito tal vez dependa de los precios que ponga Vuitton a las fragancias: cobrar alrededor de US$100 por un frasco de 3,3 onzas (98 ml) podría disminuir las ventas de fragancias de marcas gemelas como Dior y Givenchy. El doble de ese precio quizá dificulte las ventas incluso a los compradores pudientes que en este momento están controlando los gastos.
Las ventas de cosmética de color, productos para el cuidado de la piel y perfumes de primerísimo nivel -desde las lociones Calvin Klein de US$82 hasta las fragancias de Giorgio Armani de US$340- alcanzaron US$29.000 millones el año pasado y crecerán entre 3 y 4% anual hasta 2020, según la firma investigadora Euromonitor International.
Esto se compara con un crecimiento de las ventas de un 2%, en el mejor de los casos, para los bolsos de diseño, relojes y otros artículos suntuarios durante ese mismo período, según estimaciones de la consultora Bain & Co.
El año pasado, los baúles, bolsos, prendas de vestir, zapatos, joyas y otros artículos de Vuitton generaron ventas por 8.500 millones de euros (US$9.367 millones), estima Guy. Las ventas de perfumes y cosméticos de LVMH crecieron más de 600 millones de euros (US$661 millones) hasta 4.500 millones de euros (US$4.959 millones). Esta división representa un 13% del negocio de LVMH.
Un representante de la compañía se negó a hacer declaraciones antes del lanzamiento de la línea de perfumes ante la prensa, prevista para el mes próximo. La decisión de controlar el proceso desde la flor hasta el frasco sugiere que Vuitton promocionará las fragancias en un nivel de precio más alto, según Nicholas Micallef, analista de Euromonitor.
"Louis Vuitton está copiando el modelo de Chanel", dijo Micallef. "Quieren destacar que son exclusivos del principio al fin", agregó.