SANTIAGO.- Los analistas de ABN Amro son unos de los últimos en alentar las expectativas de una escalada del precio del oro debido a la incertidumbre política. Desde la firma de inversión centran sus miradas en las próximas elecciones en Estados Unidos, y en especial en los efectos de una eventual victoria del candidato republicano Donald Trump.
La compañía ponde cifras a este rally: podría dispararse un 40% hasta alcanzar niveles próximos a los US$1.850 la onza. En la cotización de este martes, el metal precioso ronda los US$1.320.
La firma holandesa justifica estas previsiones en el "énfasis en lo interno" que reflejan las políticas de Donald Trump. En su opinión, estas políticas podrían provocar un mayor aislamiento de la economía estadounidense, debilitar el crecimiento del comercio internacional y limitar la inversión extranjera.
Según recoge en este sentido el diario 'The Wall Street Journal', "la retórica (de Donald Trump) y las posibles políticas podrían crear incertidumbre nacional e internacional, en el mejor de los casos, y un trastorno en el peor de los casos".
Este escenario de mayor incertidumbre y de débil crecimiento económico aumenta el atractivo por el oro, uno de los activos refugio por excelencia.
Las perspectivas de subidas en el precio del oro no están condicionadas, únicamente, al triunfo de Donald Trump. Los analistas de ABN Amro también auguran avances si el triunfo en las elecciones lo logra la candidata demócrata, Hillary Clinton. Pero en ese caso la firma holandesa rebaja sus previsiones de subidas en el oro al entorno del 25%, hasta los US$1.650 dólares la onza.
El diario The Wall Street Journal destaca que a pesar de las previsiones de fuertes subidas en el oro en el caso de un triunfo de Donald Trump, esta escalada se quedaría aún muy por debajo de la protagonizada durante el mandato del demócrata Jimmy Carter.
El periódico estadounidense añade además que uno de los periodos de mayores caídas en el precio del oro coincidió con la primera presidencia del republicano Ronald Reagan, a principios de los años 80, cuando su cotización se hundió cerca de un 50%.