BUENOS AIRES.- El Presidente de Argentina, Mauricio Macri, aseguró hoy que el país no va a "parar de hacer obras por los próximos diez años" porque está muy atrasado en materia de infraestructuras, durante el acto de inauguración de una planta depuradora de aguas en la provincia de Buenos Aires.
"La Argentina que soñamos no va a parar de hacer obras por los próximos diez años porque venimos muy atrasados y eso es una desgracia pero también es una oportunidad", apuntó.
El Mandatario señaló que desde su asunción, el pasado diciembre, se ha "puesto en marcha el plan más ambicioso de la historia" del país en cuanto a "construcción de infraestructura".
Gracias a ello, ya se está "creando trabajo de calidad, no clientelismo", recalcó, después de animar a trabajar en conjunto por encima de las diferencias políticas.
"Cuando hay tanta gente que está esperando una solución, tanta gente que quiere volver a creer, que quiere volver a recuperar la esperanza de que sí se puede, no puede haber lugar para pequeñas diferencias, no puede haber lugar para confrontaciones", subrayó.
Para Macri, frente al mundo lleno de "incertidumbres" y resultados electorales inesperados, las soluciones pasan por empezar a construir el "futuro" desde "casa" y por apostar por las "capacidades" de los argentinos y por "recuperar la autoestima".
Acompañado por autoridades locales, como la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, la oficialista María Eugenia Vidal, el presidente dejó inaugurada en la localidad de Lanús una depuradora de agua que dará cobertura a 90.000 personas de la zona sur del cinturón metropolitano de Buenos Aires (el área más poblada del país).
En ese marco, Macri reiteró su compromiso electoral de garantizar el saneamiento en todo el país, un "flagelo" contra el que otros Gobiernos no lucharon lo suficiente, según él, y que pone en juego el valor de la "palabra" del Gobierno.