Discurso de la Canciller alemana en el Bundestag.
AFP
BERLÍN.- En medio de las críticas e incertidumbre que han generado las visiones proteccionistas en Reino Unido y Estados Unidos, principalmente, la Canciller Angela Merkel garantizó que Alemania no se encerrará y defenderá los valores de la economía social de mercado con sus aliados.
En un discurso ante el pleno del Parlamento en su primera comparecencia pública tras anunciar que el año próximo volverá a ser candidata para un nuevo mandato, Merkel dejó claro que Alemania "no puede resolver sola los problemas del mundo", pero garantizó que contribuirá a ello.
Merkel apostó por el multilateralismo, elogió el acuerdo de libre comercio con Canadá y admitió que no está "contenta" con la decisión del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, de sacar a su país del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), una decisión que, a su juicio, no beneficiará a nadie.
"Sólo sé una cosa: seguirá habiendo acuerdos comerciales y no tendrán los estándares de ese acuerdo o que el planeado TTIP habrían tenido", advirtió.
La canciller reconoció que el actual panorama internacional y nacional es más complicado que el de hace unos años y asumió el miedo de los ciudadanos cuando los principios que eran obvios en las sociedades democráticas occidentales son cuestionados, por lo que recalcó la necesidad de mostrarse unidos frente a los populismos.
Y subrayó, además, la importancia de enfrentarse a los mensajes e informaciones manipuladas o falsas que amplifica internet. Frente a quienes usan los miedos de los ciudadanos, recordó la positiva evolución económica del país en los últimos años y el incremento en prestaciones sociales y pensiones: "A los alemanes nunca les ha ido tan bien como ahora".
Recordó también la "increíble" respuesta internacional a la catástrofe de la Segunda Guerra Mundial, con la creación de las Naciones Unidas o la Convención de Derechos Humanos, y apostó por continuar por ese camino y "dotar de humanidad a la globalidad".
Durante la presidencia de turno del G20 que asume Alemania en diciembre, se seguirá avanzando en la transparencia en los mercados financieros internacionales y el desarrollo del continente africanos será una de las prioridades de Berlín, consciente de que no se va a lograr "un mundo ideal", pero convencido de que se están dando pasos en el camino correcto.
En el marco de la UE, Merkel reconoció la necesidad de luchar contra su falta de credibilidad y de acelerar los procesos de tomas de decisiones.
A su juicio, hay que asumir que ya no puede trazarse una línea que separe la política interior de la exteriores y que la seguridad, el bienestar y la prosperidad de los ciudadanos de cada país depende de las relaciones internacionales.