SANTIAGO.- Según un artículo publicado por la revista
Science, Chile estaría enfrentando un difícil problema con el creciente número de profesionales especializados que ha generado el programa Becas Chile, desde su inauguración en 2009.
La prestigiosa publicación explica que cada año el programa manejado por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) entrega cientos de becas a profesionales que buscan obtener un magíster o un doctorado en las principales universidades del mundo.
Sin embargo, aclara que esta iniciativa establece dentro de sus bases la obligatoriedad de que los becados regresen al país una vez finalicen sus estudios. Forzándolos a trabajar en Chile por el mismo período de tiempo que duraron sus postgrados en el extranjero -el doble en el caso de quedarse en la Región Metropolitana- como una forma de retribución.
1.090 personas con doctorado produjo entre 2010 y 2015 el programa de Conicyt
"Es importante aclarar que Becas Chile es un sistema de crédito y no un sistema de becas, que tiene una obligación de retribución, ya sea por tiempo de estadía en Chile después de haber terminado los programas o con métodos ineficientes de retribución financiera en el sentido que no está claro, cuáles son los mecanismos, las facilidades y el sistema de pago en el caso de que uno quisiese devolver el dinero", señala a Emol, Sergio Urzúa, investigador de Clapes UC.
Y añade: "es un sistema que está mal pensado. Que se pensó para el Chile de los 80 y no para el actual, y por lo tanto es necesario revisarlo y diseñar un sistema en el cual exista retribución en forma eficiente y razonable, que permita que los estudiantes se desarrollen y Chile se beneficie, pero sin que eso signifique que las personas tengan que volver al país".
Objetivos y problemas
La revista indica que el objetivo inicial de este programa era producir una masa crítica de investigadores, para establecer una comunidad altamente calificada que ayude al país a avanzar hacia el estatus de una nación desarrollada.
No obstante, explica que a pesar de que la idea original era buena, las instituciones educacionales y de investigación no estaban preparadas para soportar el creciente flujo de investigadores. Y entrega un dato decidor: entre 2010 y 2015 el programa de Conicyt produjo 1.090 personas con doctorado, mientras que su programa paralelo generó otros 1.968.
"Es un sistema que está mal pensado. Que se pensó para el Chile de los 80 y no para el actual, y por lo tanto es necesario revisarlo y diseñar un sistema en el cual exista retribución en forma eficiente y razonable"
Sergio Urzúa
Esto provocó un desbarajuste entre las posiciones que se necesitaba que los 59 planteles universitarios chilenos crearan (3.058) para acomodar a los destinatarios de estos programas y los puestos académicos permanentes que efectivamente se crearon (2.553).
"Posiciones a las que también aspiran un creciente número de estudiantes extranjeros y los cientos de doctores que se gradúan anualmente y que no son financiados por Conicyt", menciona la publicación.
"El gran crecimiento del número de beneficiarios de estas becas se ha conjugado con una situación económica más difícil desde el punto de vista de las universidades (a raíz de la reforma educacional) y que las empresas todavía no han aprovechado las oportunidades de incorporar gente que tiene estudios en el extranjero para efectos de mejorar la productividad y los procesos internos", ilustra Urzúa.
El economista también apunta a que muchos becarios son responsables al no ser capaces de adaptarse a la realidad y a la escasez de cupos de calidad y con las condiciones económicas suficientes en la academia.
Una encuesta reveló que más del 40% de los graduados con doctorado enfrentan problemas a la hora de buscar trabajo en Chile y que el 12% no lo encuentra durante los primeros tres años tras su graduación.
El experto y profesor en Estados Unidos advierte además que al existir esta obligación de volver al país, muchas universidades no tendrían incentivos para aceptar estudiantes chilenos, "ya que ellas buscan posicionar a sus alumnos en los mejores planteles a nivel mundial".
¿Hay soluciones?
Para enfrentar este problema y con el objetivo de ayudar a integrar a parte de estos profesionales, Conicyt expandió de 80 a 300 sus becas de postdoctorado. Sin embargo, la publicación estadounidense aclara que este aumento no es suficiente si se considera que en Chile hay más de 5.200 alumnos de doctorado inscritos y que estas vacantes también están abiertas a interesados de otras nacionalidades.
En cuanto al aporte que podría hacer el sector privado, expertos aseguran que este no estaría preparado ni contaría con incentivos para incorporar científicos altamente calificados.
"Yo creo que hay un tema de desconocimiento. Hay muchas empresas en Chile que todavía sienten que no tienen la necesidad de competir y no ven como una contribución una persona que viene con un grado académico del extranjero", precisa Urzúa.
Ante este escenario, analistas destacan la urgencia de rediseñar el sistema y buscar una estrategia complementaria que permita reintegrar a este personal altamente calificado en el mercado laboral.
Debate de egresados
"En Chile no es común que las empresas consideren como un aporte el contar con doctores en sus compañías. A diferencia de Europa o Estados Unidos, donde se valora el haber estudiado un doctorado y uno se puede insertar en el mundo privado, acá no es tanto el espacio para ingresar", señala Mariana Perry, doctora en Humanidades
Por su parte, Mariano Álvarez, PH.D en Estudios Latinoamericanos, indica que "Chile no tiene la capacidad de absorber a toda esa gente que se está yendo a especializar en el extranjero", enfatiza Álvarez.
"Algunos piensan que al hacer un doctorado se les van a abrir todas las puertas, pero no es tan así. Después de hacerlo tienes que buscar trabajo como cualquier persona y es probable que no lo encuentres en lo que te especializas", añade el doctor en Estudios Latinoamericanos.
Sin embargo, aclara que pese a las dificultades a la hora de buscar trabajo y a los problemas burocráticos y de evaluación que presenta, "Becas Chile sigue siendo uno de los mejores programas de becas en el mundo".
