Felipe Vargas, El Mercurio
SANTIAGO.- La industria de los gimnasios en Chile se encuentra en constante crecimiento.
En 2017 facturó US$176 millones, según el reporte para Latinoamérica de la
International Health, Racquet & amp; Sportsclub Association.
Con dicho monto, el rubro
se ha expandido 12% desde 2015, cuando totalizó US$157 millones, según la misma institución. Además, en los 1.969 gimnasios que existen a lo largo del país,
hay una población de 490 mil inscritos, expresa el reporte.
A pesar de lo anterior, el negocio enfrenta un desafío crucial: la deserción de sus clientes. Según trabajadores, administradores y ejecutivos de los principales gimnasios de la capital, de cada 100 matriculados en una sede solo 60% son clientes recurrentes y renuevan contrato anualmente. El resto, cuenta un entrenador de Sportlife, son "público flotante", es decir, que dejan de asistir o que cancelan sus suscripciones.
Un entrenador de Energy Gyms del sector oriente coincide con la cifra y detalla que esto es algo común y que incluso "existe gente que paga planes completos anuales, con servicio de personal trainer pero no asiste a clases, aunque hace cinco años era peor: llegaba solo 50%".
El subjefe de una sucursal de Pacific Fitness en Las Condes, Daniel Urriola, reafirma que solo seis de cada 10 matriculados entrena. "Los otros tienen cosas que hacer, o se desmotivan. Esto es una disciplina, y si no tienen la constancia y no ven los resultados pronto, se van", explica.
Revisa más detalles de la cifra en la edición de hoy de
"El Mercurio".