SANTIAGO.- El ex Congreso fue la sede del esperado debate -pero menos tenso al esperado- entre el ministro de Hacienda,
Felipe Larraín, y sus antecesores en el cargo,
Nicolás Eyzaguirre y
Rodrigo Valdés.
Los economistas fueron invitados por la comisión Especial Mixta de Presupuestos para aclarar el tema sobre los gastos comprometidos sin financiamiento que expuso hace dos semanas el actual jefe de las finanzas públicas, y cuyo monto superan los US$5.500 millones hasta 2021.
El primero en abrir los fuegos fue Larraín, quien partió su exposición asegurando que
"la verdad es que más allá del debate semántico, hay un tema de fondo (...) cuando las presiones de gasto se vuelven casi imposibles de manejar, se vuelven gasto comprometido".
En esa línea, el jefe de la billetera fiscal, secundado por el director de Presupuestos Rodrigo Cerda, insistió en que "estas presiones no están considerados en la Ley de Presupuesto 2018; no están en el tesoro público; no están considerados en el Programa Financiero 2019-2021".
Luego de Larraín, Cerda explicó por qué se realizó este ejercicio de advertir los gastos comprometidos sin financiamiento. "El problema es que tenemos 90 días para fijar nuestras metas fiscales y, para saber cuáles van a ser nuestras anclas para adelante, necesitamos saber dónde estamos parados. Por eso informamos de esta situación", dijo el director de Presupuestos.
"Nosotros nunca hemos dicho que esto no se puede financiar. Lo que hemos dicho simple y sencillamente, desde el punto de vista presupuestario, es que (los montos) no están anotados en algunas de las partidas"
Felipe Larraín
La arremetida de los ex ministros
Tras el director de Presupuestos, vino el turno de los ex jefes de la cartera de Hacienda. Ahí, Eyzaguirre acusó que lo que hizo el Gobierno fue directamente una interpelación.
"No es normal que los ex ministros vengan a estas comisiones,
lo que se ha planteado por parte del Ejecutivo ha sido directamente una interpelación a la autoridad anterior. Lo que a nosotros nos parece irregular, es que a un mes de iniciado el gobierno se haga lo que naturalmente se hacía en junio o julio. Y si estoy haciendo una proyección de línea base no es lo mismo hacer un test de estrés", señaló.
"En esta discusión de si son gastos comprometidos o presiones, de alguna forma el ministro reconoce que son presiones, pero que es completamente (posible) resistirlas (...) Algún gasto va a tener que reacomodar el Ministerio de Hacienda, no hay duda alguna"
Nicolás Eyzaguirre
Algo más duro fue Rodrigo Valdés, quien apuntó directamente sus dardos contra Larraín y Cerda. "Está la pregunta de si estas presiones de gasto, calculadas de una u otra manera, ¿son efectivamente o no gastos comprometidos? O en un término que hasta ahora no existía en nuestro diccionario fiscal, son presiones de gasto comprometido. Mi opinión es que no", aseguró.
Junto con ello, agregó: "Estas presiones no son compromisos, de hecho, el documento de la Dipres le otorga la calidad de comprometido a menos de 1% del total que identifica como presiones de gasto para éste y los siguientes 3 años".
"Mi opinión es que es un error confundir los dos conceptos (presiones de gasto y compromisos efectivos)... Esto lo digo con cariño: es un error del director de Presupuestos (Cerda) que diga que no es labor de Dipres racionalizar. Sí es labor de Dipres", señaló Valdés y aseguró que "creo que el ministro simplemente se equivocó. La situación fiscal es de cuidado como está. No necesita exagerarla. Lo anterior no quiere decir que no sea un ejercicio útil calcular presiones. Pero hay que calcularlas bien y gestionarlas".
Conclusiones finales
Al término del encuentro, tanto el ex ministro Eyzaguirre como el actual jefe de la billetera fiscal, expresaron sus últimas conclusiones.
Respecto a las críticas de Valdés, Larraín aseguró al final de la instancia que "está equivocado. Por eso mismo que es tan importante tener todas las cifras. Podemos discutir, pero lo que dice el informe de finanzas públicas del 2016 es la misma metodología, no hemos hecho ningún cambio de metodología".
Tras ello, Eyzaguirre expresó que "el punto de fondo es que no tiene que haber preocupación dentro de los chilenos (...) esto es más de lo que hemos vivido en los últimos 8 años y no hay motivo de alarma. Ninguno. Si usted pone todos los elementos negativos de una parte y no pone ninguno de los que le va a ayudar, claro, hay una visión sesgada".
Sin embargo, el ex ministro valoró que "el tono fue cambiando poco a poco y se vio un tono de más convergencia hacia el final. Por lo menos yo lo percibí".
