PARÍS.- La OCDE elevó sus proyecciones de crecimiento de la economía chilena para este año, en un contexto marcado por una mejora de las perspectivas exteriores y condiciones financieras favorables.
En su informe semestral de perspectivas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) previó una subida del 3,6 % del Producto Interior Bruto (PIB) chileno este año y el próximo, dos puntos porcentuales más que en 2017.
La cifra es levemente mayor a la proyectada por el FMI en abril, que fue de 3,4%, y la de Hacienda, que es de 3,5%.
En su anterior análisis, publicado el pasado noviembre, la OCDE había calculado que la economía iba a crecer un 2,9 % en 2018.
El organismo detalló que el crecimiento empezó a ganar impulso en la segunda mitad del año pasado y se está arraigando a medida que ese dinamismo exterior y tipos de interés "históricamente" bajos estimulan la actividad económica.
Según sus cálculos, la confianza empresarial y de los hogares y las exportaciones han crecido ayudadas por esos tipos de interés, una mayor demanda externa y precios del cobre robustos.
También ha habido un aumento en los beneficios salariales, mientras que la inflación, que ronda el 2 %, se ha mantenido dentro de las expectativas.
La OCDE recordó que el gobierno de Sebastián Piñera se ha comprometido a recortar el déficit fiscal y advirtió de que un declive en la inversión en infraestructuras podría afectar al crecimiento a largo plazo si el incremento previsto en proyectos público-privados no se materializa.
A su juicio, es necesario un impulso en la inversión y en la productividad para mantener un fuerte crecimiento a medio plazo, mientras que para fortalecer la innovación se requiere una mejor infraestructura logística y de transporte y un apoyo directo a la investigación y el desarrollo.
La OCDE, que alertó de que la economía chilena seguirá vulnerable a la escalada global del proteccionismo, también destacó que la demanda interna jugará un papel destacable en el avance económico y estará impulsada por buenas condiciones financieras y la mayor confianza empresarial y de los consumidores.