SANTIAGO.- Complicada ha sido esta semana para los proyectos de ley que impulsa el Gobierno. Así, mientras la oposición rechazó la propuesta del Ejecutivo respecto al salario mínimo, también ha hecho eco el que diversos parlamentarios votarían por la idea de no legislar el proyecto de Modernización Tributaria.
Sin embargo, las complejas "negociaciones" entre La Moneda y la oposición están recién comenzado. Sin ir más lejos, para septiembre, el Presidente Sebastián Piñera ya confirmó el envío al Congreso de otras dos iniciativas cuya discusión se prevé pedregosa: la reforma al actual sistema de pensiones y la reforma laboral.
Y comenzados los plazos, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, sólo tiene por objetivo "lograr construir todos los acuerdos necesarios en el Congreso Nacional" para poder impulsar y llegar a puerto con la reforma de su cartera.
"Es fundamental que nos pongamos la camiseta de los trabajadores, esto no puede ser una pelea de un sector contra otro donde los trabajadores se queden mirando. Esto tiene que ser un compromiso de todos por reconocer que el empleo está cambiando y la legislación no se puede quedar en el pasado", dijo el secretario de Estado para respaldar la propuesta que presentará del Gobierno en materia laboral.
Es que para Monckeberg un cambio a la ley es vital. "La reforma laboral del Gobierno anterior dejó muchos temas pendientes sin resolver. Hay que despejar esas incertidumbre que siguen pendientes (...) porque lamentablemente la reforma implementada tuvo muchos problemas, algunas normas se prestan para distintas interpretaciones y además tuvo muchos pecados de omisión. Dejó muchas áreas sin regular y sin proteger porque no todo es el contrato colectivo".
Sin embargo, aclaró: "Nosotros no estamos pensando en una reforma a la reforma que termine con todo lo que se hizo en esta materia en el Gobierno anterior. Sería completamente absurdo. Porque muchas cosas de al reforma laboral se han desarrollado bien y las vamos a mantener".
"Cómo es posible que uno propone una norma para que las personas puedan trabajar a distancia desde su casa y la única reacción que escuchemos de cierto sector es que eso es precariedad laboral. Todo lo contrario, eso es humanidad, es reconocer que el trabajo hoy día es distinto y que requiere resguardo legal"
Nicolás Monckeberg, ministro del Trabajo
Pero, más allá de las discrepancias que pueda haber respecto a los lineamientos, ya existe un punto de roce: la CUT, poniendo en voz parte de las conclusiones del Informe Técnico del Consejo Superior Laboral, aboga porque se espere un periodo más largo para volver a cambiar la legislación actual.
Mas Monckeberg vislumbra que en el diálogo y la discusión parlamentaria se pueda llegar a una reforma que no afecte al mercado laboral, sino que lo beneficie. "En democracia ningún cambio se hace con imposición. Los cambios legislativos en democracia se hacen con diálogo, con acuerdos, más aún cuando en el Congreso tenemos que construir las mayorías".
"No hay ninguna posibilidad de que discutir el cómo generamos la legislación laboral genere tensión cuando esto se hace a través de diálogo", insistió el ministro. "El informe del Consejo describe también muchos aspectos que son necesarios corregir y lo vamos a hacer promoviendo el diálogo".
Los indicios que advierten una difícil discusión
Al igual que con las otras reformas que está impulsando el Ejecutivo, la laboral pareciera que no tendrá una tramitación fácil. En ese sentido, las luces de lo que se viene ya quedaron en evidencia hace un par de semanas, después de que el Presidente Piñera dijera en una entrevista en TVN que el proyecto tendrá como eje el dotar de libertad a los trabajadores para que puedan negociar a través de sindicatos o de grupos negociadores.
"Muchas veces los sindicatos, en lugar de captar a sus afiliados por buenos servicios, lo hacen estableciendo que es casi imposible no estar sindicalizado. Creo siempre que cada trabajador tiene derecho a tomar sus propias decisiones", expresó en aquella oportunidad.
Asimismo, anunció que además se buscará reformar el sistema de extensión de beneficios de la negociación, que hoy está condicionado a la aprobación que debe requerir el empleador al sindicato.
Pero inmediatamente sus declaraciones fueron rechazadas por la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, quien los calificó como "preocupantes", según consignó El Mercurio.
"Lo que uno asume es que el Gobierno está dando respuesta a la inquietud que han planteado sectores como el presidente de la Sofofa y otros; es decir, se está construyendo una agenda legislativa a partir de lo que ciertos sectores, que están comprometidos con este gobierno, demandan. Hoy estamos frente a una incertidumbre total", advirtió
Por otro lado, también contrario se mostró el senador de la Comisión de Trabajo y vocero del PS en esta materia, Juan Pablo Letelier. "El quitar la titularidad de los sindicatos es uno de los ejes que impulsó la Presidenta Bachelet para avanzar y enfrentar a uno de los conflictos de nuestra sociedad, que es entre el modelo neoliberal y una democracia donde se garantiza un estado social de derechos".
Después remató: "Me parece natural que el Presidente (Piñera) esté hoy mostrando su careta. Quienes hoy somos oposición queremos caminar en la dirección contraria".
Sea como sea, en menos de 30 días el proyecto liderado por el ministro Monckeberg será presentado al Congreso, un documento que, según él, "sencillamente lo que busca es proteger al trabajador adaptándolo al nuevo empleo que está tocando las puertas de Chile".
