El Presidente brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó este lunes que la advertencia de su homólogo estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio procedentes de Brasil no amenaza la buena relación entre ambos países.
El líder ultraderechista, un confeso admirador de Trump, con quien dice tener muy buena relación, atribuyó la amenaza del Presidente estadounidense a una estrategia electoral y aclaró que por ahora, mientras la restricción comercial no sea anunciada y aclarada, no considera necesario entrar en contacto directo con su homólogo para discutir el asunto.
"No veo ese riesgo (de que el anuncio afecte las relaciones entre ambos países). Conversé con el equipo económico y (el ministro de Economía) Paulo Guedes ya entró en contacto con sus pares en el Gobierno estadounidense para tratar el asunto", afirmó Bolsonaro en una entrevista que concedió a la red de televisión Record.
"En caso de que (Guedes) no tenga éxito, yo llamaré personalmente al presidente Trump", agregó.
Bolsonaro calificó el anuncio de Trump como una estrategia política de cara a las elecciones presidenciales del próximo año en Estados Unidos y dijo que las buenas relaciones entre ambos países permitirán superar cualquier problema.
"Sabemos que hay elecciones el próximo año. Eso forma parte de su estrategia política. Pero somos grandes socios. Consideramos que podemos solucionar ese asunto. Por eso no creo que afecte la relación. Es posible negociar", agregó el mandatario brasileño.
Trump afirmó este lunes en un mensaje en su cuenta en Twitter que Estados Unidos impondrá aranceles a las importaciones de acero y aluminio procedentes de Brasil y Argentina.
El líder estadounidense acusó a los dos países de haber promovido "una devaluación masiva de sus monedas", que estaría perjudicando a los agricultores de su país, y amenazó con represalias.
"Por lo tanto, de manera inmediata, restauraré los aranceles sobre todas las importaciones de acero y aluminio enviadas a Estados Unidos desde estos países", indicó.
EE.UU. impuso en marzo de 2018 aranceles del 25 % sobre las importaciones de acero de varios países y del 10 % sobre las de aluminio en el marco de su guerra comercial con China, pero flexibilizó poco después las restricciones a Brasil, que aceptó un acuerdo que establece un arancel del 10 % sobre las ventas de aluminio y cuotas para sus ventas de acero.
El vocero de la Presidencia brasileña, Otavio do Rego Barros, afirmó en rueda de prensa que, sin que las medidas hayan sido anunciadas oficialmente y sin aclaraciones, aún es prematuro que Bolsonaro llame a Trump para discutir el asunto.
"Sería intempestivo de parte del Presidente, sin conocer todos los datos, realizar una llamada -que con seguridad sería atendida- en un momento inapropiado, ante el desconocimiento profundo del tema", dijo.
Rego Barros aclaró que el Gobierno brasileño ya entró en contacto con el de Estados Unidos a nivel ministerial para pedir informaciones sobre las medidas, pero que aún no hay nada claro, ya que Brasil no ha sido notificado oficialmente de nada.
"Lógicamente el Presidente Bolsonaro considera que es una medida unilateral del Gobierno de Estados Unidos, pero él tiene una afinidad y una capacidad de diálogo directo con el Presidente Trump. Por ahora no hay intención de una conversación directa. El Ministerio de Economía ya está transmitiendo nuestras ideas y posiciones al de Estados Unidos", dijo.
El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, igualmente pidió "calma" y aclaró que Brasil aún desea entender mejor las medidas anunciadas por Trump y sus consecuencias.
"Vamos a intentar entender para después ver cómo vamos a conversar con Estados Unidos. Con mucha calma vamos a llegar a un entendimiento sobre eso", dijo.