Los esfuerzos mundiales para frenar el cambio climático podrían costarle US$1 billón a la industria financiera.
Esto es lo que la consultora Oliver Wyman estima que los bancos, las aseguradoras y los administradores de activos podrían perder en caso de la aplicación de políticas más enérgicas, como un impuesto sobre el carbono.
Los cambios drásticos podrían provocar una ola de incumplimientos entre las compañías contaminantes, algo que las empresas no están considerando completamente al decidir dónde invertir y prestar, según la consultora.
Si bien los científicos han advertido sobre el calentamiento del planeta durante décadas, recién ahora el cambio climático está presente en la agenda de la industria financiera.
Mayores temperaturas y esfuerzos para reducir las emisiones dominaron las discusiones en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, el mes pasado. Los bancos centrales del Reino Unido, Singapur y Australia son algunos de los países que planean poner a prueba la exposición de la industria al estrés climático.
Los bancos también están subestimando los importantes ingresos que podrían obtenerse del cambio a una economía más verde: los ingresos disponibles de la inversión y el financiamiento sostenibles podrían llegar a US$150.000 millones en los próximos cinco a 10 años, según el informe.
"Los riesgos financieros son materiales y deben incorporarse en la toma de decisiones, mientras que las finanzas sostenibles son una de las áreas más prometedoras para el crecimiento de los ingresos en la industria en este momento" afirmó James Davis, socio de Oliver Wyman.