Las ventas de comida de servicio rápido a nivel nacional registraron una caída de 10,7% real en el primer trimestre de 2020.
Según el indicador que elabora el Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC), se trata del peor dato de la historia de la medición, creada en 2003.
Por su parte, las ventas reales medidas en términos de locales equivalentes (concepto de same sale store), evidenciaron una baja real anual de 14,8% respecto al primer trimestre de 2019.
Con respecto a los meses del primer trimestre, y tras las fuertes caídas de octubre y noviembre tras el estallido social, enero marcó un alza real de 2,4% y febrero se recuperó con un crecimiento real anual de 8,8%. Sin embargo, la crisis sanitaria que se desató en marzo hizo que las ventas del sector cayeran un 41,7% real en el tercer mes del año.
A nivel de locales equivalentes enero mostró una baja en el margen de 0,8% real anual y febrero evidenció un incremento de 3,8% real anual. Marzo por su parte marcó una fuerte baja de 45% real en término de locales equivalentes.
41,7%cayeron las ventas de comida rápida en marzo.
Mientras que el consumo promedio por boleta (expresado en pesos de marzo 2020) alcanzó un valor de $4.844 en el primer trimestre de 2020, lo que significa una baja en el margen de 0,4% real respecto a igual período de 2019 y una nula variación respecto al trimestre anterior.
Según la CNC, en la Región Metropolitana, el consumo promedio por boleta durante el primer trimestre de este año fue de $4.994 experimentando un alza marginal de 0,7% real anual. Por su parte, en regiones el consumo promedio durante el mismo período alcanzó los $4.694 cayendo un 1,5% real respecto a igual trimestre de 2019.
Bernardita Silva, gerente de Estudios de la CNC, analizó que el sector ya venía muy resentido tras la crisis social gatillada en octubre donde las ventas del último trimestre del año pasado cayeron un 9,8%.
"En enero el sector se recuperó levemente y febrero logró repuntar aún más, pero en marzo la llegada del covid-19 al país y la imposibilidad de operar, hizo que el sector anotara una baja anual de 41,7% en sus ventas", indicó la ejecutiva.
En su análisis, Silva aseguró que "muchos de los locales de comida de servicio rápido se encuentran dentro malls o centros comerciales por lo que el cierre de estos les ha afectado fuertemente. A esto se suma el toque de queda que afecta también el horario de comida de estos locales, junto a las cuarentenas obligatorias y decretos sanitarios que imposibilitan el funcionamiento del sector. Ante la imposibilidad de operar, la única opción, para los que pueden, ha sido el delivery, donde los resultados están lejos de reemplazar la venta en local".
Además, expuso que loa empleos del sector también se han visto fuertemente afectados, un 51% de los encuestados por el gremio dijo haber despedido trabajadores y los datos de la Dirección del Trabajo también dan cuenta de esta realidad mostrando en marzo un alza de 94% anual en los despidos de los sectores de alojamiento y servicios de comida.