La multitienda Corona S.A. informó hoy al mercado su decisión de acogerse a la Ley 20.720 -más conocida como Ley de Insolvencia y Reemprendimiento o simplemente como Ley de Quiebras-, iniciando un proceso de reorganización judicial que busca enfrentar adecuada y ordenadamente sus compromisos financieros con sus acreedores.
Esta decisión voluntaria ha sido impulsada por sus accionistas ante las dificultades que ha enfrentado la compañía para operar con normalidad sus tiendas debido a la crisis relacionada al covid-19 y al estallido social del año pasado, con la consecuente baja en sus ventas.
En los hechos de octubre último, Corona sufrió una serie de ataques, robos y vandalismo en parte importante de sus tiendas, además de saqueos reiterados en 13 de ellas y el cierre temporal de algunas de estas instalaciones; además, enfrentó la caída del consumo y experimentó intermitencias en sus operaciones por los actos de violencia. Como consecuencia de lo anterior los ingresos de la compañía se vieron seriamente afectados, impactando negativamente sus resultados en 2019.
A pesar de que en el primer bimestre de este año se observó un repunte de las ventas, la pandemia ocasionada por el covid-19 obligó a Corona a cerrar sus tiendas a fines de marzo por razones sanitarias, lo que golpeó con más intensidad el desempeño de la compañía.
En la medida que la normativa así lo ha permitido, a partir de abril se ha producido la reapertura parcial de las tiendas a nivel nacional, en algunos casos limitada únicamente al ámbito de recaudación financiera en las zonas con declaración de cuarentena. Corona estima que desde inicios de esta crisis, la operación se ha limitado a menos del 50% de la totalidad de sus tiendas (54), siendo esta restricción aún mayor en algunos períodos.
Las medidas para enfrentar la crisis
Para poder paliar esta situación, la empresa comenzó un proceso de reducción convenida de sueldos para los más altos ingresos; suspendió temporalmente los contratos de trabajo a más de mil colaboradores; desfasó el pago de arriendos de inmuebles y redujo compras en algunas de las categorías de menor margen en su negocio.
Pese a las gestiones realizadas, la empresa requiere acogerse a las posibilidades que otorga la ley e iniciar un proceso de reorganización, que le permita enfrentar sus compromisos de forma adecuada y sustentable.
Los hermanos Schupper, controladores de Corona, encomendaron a la administración liderada por su gerente general, Cristián Fuenzalida, trabajar este proceso con la asesoría del abogado Nelson Contador y su estudio, quienes tienen una amplia experiencia en procesos de reorganización financiera.
La compañía declaró que entrará en este proceso "con la confianza de llegar a un acuerdo provechoso para todas las partes involucradas, a fin de preservar la mayor cantidad de puestos de trabajo y darle continuidad a un negocio que ha logrado calar en las preferencias de los chilenos, especialmente del segmento C3D, con especial atención en las regiones del país".
"Esperamos salir muy fortalecidos del proceso que iniciamos y con la musculatura adecuada para enfrentar los desafíos del sector en que operamos, especialmente con nuestros clientes como foco", señaló el gerente general Cristián Fuenzalida.
Durante este proceso, las tiendas desplegadas de Arica a Punta Arenas seguirán atendiendo a sus clientes dentro del marco que disponga la autoridad sanitaria y disponibilizará todos sus canales digitales para la realización de compras y pagos por esta vía. Esta labor se llevará a cabo coordinadamente con sus colaboradores, quienes han sido esenciales en llevar a Corona a cumplir más de 60 años atendiendo a sus fieles clientes.