Todo apunta a que están los ánimos por parte del Ejecutivo para retomar la discusión y destrabar, de una vez por todas, la discusión del controvertido Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (TPP-11) que lleva años durmiendo en el Senado.
Intención que se enmarca en un proceso de despejar parte de la incertidumbre que tienen los inversionistas tras la victoria del Rechazo y de nuevos diálogos políticos para fijar una renovada ruta constitucional, sumado a la presentación de una agenda proinversión por parte de La Moneda.
Sin embargo, esta no será una prueba fácil para el Gobierno, considerando que se trata de un acuerdo comercial fuertemente resistido por partidos que hoy son oficialismo y que durante la administración anterior se negaron reiteradamente a entregar su beneplácito para que Chile suscribiera el TPP-11.
Se trata, principalmente, de las fuerzas que integran a una de las dos coaliciones del Gobierno: Apruebo Dignidad, y en particular el Frente Amplio, bloque del que es parte el Presidente Gabriel Boric y, por ejemplo, en 2019 íntegramente votó en contra del tratado en la Cámara de Diputados, cuando fue aprobado por estrecho margen y pasó al Senado, donde se encuentra congelado.
El Gobierno asumió el compromiso de reanudar el debate después de las elecciones del pasado 4 de septiembre, voluntad que se ha manifestado durante los últimos días, donde se han dado indicios de cómo se avanzará en esta materia.
El acuerdo comercial ingresó al Parlamento en noviembre del 2018 y desde ahí encontró resistencia por parte de los congresistas que ahora son parte del Ejecutivo. En ese entonces, quienes defendían el proyecto lo consideraban beneficioso para el desarrollo exportador de Chile y la inversión extranjera, mientras que sus detractores apuntaban perjuicios para Chile en materia laboral, medioambiental y agrícola, entre otras cosas.
De hecho, desde el Partido Comunista -parte de Apruebo Dignidad- ya se ha dejado entrever que el TPP-11 puede abrir un flanco de tensiones a las fuerzas de apoyo al Ejecutivo, considerando que desde Socialismo Democrático -la otra coalición del Gobierno- pareciera existir un mayor apoyo para impulsar el tratado.
"¿Por qué haría falta un TPP-11?, una profundización de las condiciones que, para efecto de los inversores de grandes grupos puede ser de mucho beneficio, pero que afectaría, a nuestro juicio, el desarrollo más soberano hacia adelante del país".
Lautaro Carmona
Por ejemplo, en entrevista con Cooperativa,
el secretario general del PC, Lautaro Carmona fue reacio frente al tratado comercial. "¿Por qué haría falta un TPP-11?,
una profundización de las condiciones que, para efecto de los inversores de grandes grupos puede ser de mucho beneficio, pero que afectaría, a nuestro juicio, el desarrollo más soberano hacia adelante del país".
Lo expuesto por Carmona va en línea con lo que señaló el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC), quien planteó su preocupación respecto a que "el laguismo entre a desarrollar su programa y que no se respete el programa de la coalición inicial. Y aquí vuelvo a ser claro, el Frente Ambiero y Chile Digno rechazaron en la Cámara de Diputados el TTP-11, y por lo tanto, a lo menos llamaría la atención, que el mismo Gobierno tratara de impulsarlo".
A raíz de los comentarios de los miembros del PC, el Gobierno salió al paso, y tanto la vocera Camila Vallejo, como la canciller Antonia Urrejola, el ministro de Hacienda Mario Marcel y su par de Economía, Nicolás Grau, se han referido al tema con extrema cautela y reiterando una y otra vez la importancia del diálogo para llevar a cabo este proceso.
Para dar pie al diálogo y avanzar en consensos, la canciller Antonia Urrejola explicó que Chile está "negociando" con los miembros que han suscrito el acuerdo, con el objetivo de poner algunas condiciones, como no hacer aplicable para el país el mecanismo de solución de controversias contenido en el acuerdo. Lo cual también fue ratificado por la ministra Camila Vallejo.
No obstante, la polémica gatillada por Jadue y Carmona tuvo reacciones en la Cámara Alta, instancia donde se llevará cabo el debate y posterior votación.
Si bien, al ser consultados por Emol, los senadores del Partido Comunista declinaron hablar, quien sí se refirió al tema fue el senador Juan Luis Castro (PS): "Votar el TTP11 será una prueba de fuego para el Gobierno. La razón es que es un tratado que divide a las fuerzas de apoyo del Gobierno. Mientras en la Social Democracia habría más posibilidades de apoyo, aunque no unánime. En Apruebo Dignidad sería imposible".
"Si no se establece un diálogo legislativo serio y rápido esto puede ser un factor decisivo en la unidad o fraccionamiento de las fuerzas progresistas. Mi opinión es que se debe hacer un `reset´ claro y preciso de la Cancillería para intentar unificar posiciones", indicó Castro.
Desde la otra vereda, el senador Rojo Edwards (PLR) identificó el mismo problema. "La dificultad existente actualmente en que las dos coaliciones de Gobierno tienen posiciones distintas respecto al TPP-11. Este es un proyecto de debiese aprobarse en el Senado y espero que sea antes de que termine septiembre, que es el acuerdo que tomamos en los comités".
El Senador Iván Moreira (UDI), miembro de la Comisión de Relaciones exteriores, indicó que en la reunión de comités con los jefes de bancada del viernes recién pasado se acordó por la mayoría votar el TPP-11 y adelantó que probablemente sea el 28 o 29 de septiembre, "dado que la Cancillería nos pidió una ronda de conversaciones que estamos teniendo con el subsecretario de comercio exterior, José Miguel Ahumada".
"Votar el TTP11 será una prueba de fuego para el Gobierno. La razón es que es un tratado que divide a las fuerzas de apoyo del Gobierno. Mientras en la Social Democracia habría más posibilidades de apoyo, aunque no unánime. En Apruebo Dignidad sería imposible".
Juan Luis Castro
Y afirmó que es necesario avanzar en esta materia ya que "Chile no puede ser el último país en ratificar este tratado que traerá grandes beneficios para el comercio internacional y exportaciones".
Por su parte, el senador Rodrigo Galilea (RN) instó a que el Senado y el país ratifique el tratado lo antes posible, ya que "este es un tratado comercial de última generación que nos vincula de manera profunda con buena parte de las principales economías del mundo. Hay economías asiáticas, de Norteamérica, de Centroamérica y de Sudamérica que ya lo han suscrito, lo están aplicando y que les ha traído grandes beneficios. Y no sólo eso: hay países que originalmente no estaban en el TPP-11 que están pidiendo ser admitidos, entonces es un despropósito que Chile no aproveche estas oportunidades para todos nuestros sectores exportadores".
"Espero que las últimas declaraciones por parte del Gobierno terminen de destrabar esto y de disipar todas las dudas y las sombras que muchos han sembrado, a mi juicio, injustificadamente", afirmó Galilea.
Por su parte, el senador Matías Walker (DC) llamó a que "la coalición de Gobierno se ponga de acuerdo y podamos tener rápidamente la ratificación del tratado".
"Nadie entiende cómo Perú, Australia, Nueva Zelanda, y otros países como Canadá han adherido a ese tratado que fue negociado por el Gobierno de la Presidenta Bachelet y Chile no lo haga, cediendo ventajas comparativas", agregó Walker.
Asimismo, el senador Felipe Kast (EVO) señaló que "es urgente aprobar el TPP-11 y creo que el Gobierno no se da cuenta de la crisis económica que estamos viviendo. Por lo tanto, espero que el Presidente, como varios ex diputados que hoy día están en el Gobierno, se den cuenta del daño que le han hecho a Chile por no haberlo aprobado antes".
"Es una buena noticia que el Gobierno actúe con realismo y no siga capturado por ciertos grupos de interés. Lo que nosotros siempre hemos dicho es que si hay parlamentarios del PC o el FA que quieren votarlo en contra, que lo hagan, pero de frente a la ciudadanía y dando la cara. Nuestro país ya ha perdido mucho tiempo en este gallito político interno y es hora de saldar esa deuda".