Nuevos acuerdos se están fraguando en el espectro político para concertar una nueva ruta constitucional, tras el aplastante triunfo del Rechazo en el Plebiscito de salida el pasado 4 de septiembre.
Tanto el presidente de la Cámara Baja,
Raúl Soto, como el timonel del Senado
, Álvaro Elizalde, han tenido una agenda copada de reuniones y llamadas, con la finalidad de afirmar la continuidad del espacio transversal de conversación.
Esto, luego de que el martes pasado Chile Vamos decidiera no asistir a la reunión que, en un principio, estaba prevista para el jueves, luego de la molestia que generó la intervención del Gobierno al hablar de "resultados" de las tratativas, cuando recién comenzaron los diálogos por el nuevo proceso.
Pese a que desde todos los sectores han mostrado una apertura para seguir con las conversaciones y fijar una nueva fecha, se acordó reprogramar el encuentro para la próxima semana, sin determinar un día particular con el objetivo de seguir afinando detalles y así no vuelva a fracasar el espacio.
Pero además de buscar fechas y horas para la reunión, también se barajan decisiones en torno a los temas que diferenciarán el nuevo proceso del anterior, como las características de un eventual comité de expertos y los bordes que tendría. Además, tanto los plazos, como el cronograma a seguir, continúan siendo una incógnita.
De esta forma, la paralización del diálogo por el nuevo procedimiento, bajo la óptica del ministro de Hacienda, Mario Marcel, tendría un "costo" para la economía. "Me parece que es evidente, por las propias reacciones que ha tenido el mercado al resultado del Plebiscito, que, mientras el proceso constitucional siga abierto, va a seguir habiendo un elemento de incertidumbre sobre la economía chilena", dijo el jefe de las finanzas públicas al ser consultado por la materia la semana pasada.
"Así que, uno no puede hacer sino votos porque este proceso vaya convergiendo, y se vaya concordando un proceso para continuar y cerrar el proceso constitucional", agregó.
En esa línea, advirtió además que "en la medida que no vaya teniendo un destino, que no vaya, finalmente, convergiendo hacia una decisión ya más definitiva sobre la Constitución, permanece un grado de incertidumbre sobre la economía chilena, que tiene un costo para todos nosotros, en términos de riesgo país, de costos financieros, etcétera".
Economistas de dividen
Consultado por la importancia para la economía de dar celeridad a la negociación política para la nueva ruta constituyente, Carlos Smith, docente investigador del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, dijo que "ponerse de acuerdo en el tema de cómo se va a llevar el proceso constitucional hacia adelante es muy relevante, porque finalmente, gran parte de lo que está explicando la situación que estamos viviendo en términos de tipo de cambio, de inversión, de consumo, tiene que ver con estas incertidumbres que ha generado este proceso desde que entramos en él".
En esa línea, sostuvo que "generar más certidumbre, más confianza, tener reglas de lo que va a pasar, va a ayudar, en gran medida, a que el Gobierno también pueda cumplir sus planes", añadiendo que "si esto se alarga, le va a dificultar -al Ejecutivo- ese objetivo".
Para Matías Petersen, director del Centro de Estudios e Investigación Social de la Universidad de Los Andes, el costo económico al que hizo alusión Marcel "es real, y eso se explica por algo muy elemental, que es que cualquier proceso de desarrollo económico, de inversión, de aumento de productividad, tiene que desenvolverse en un sistema de reglas del juego estables, sean cuales sean esas reglas, tienen que dar ciertas certezas de que no van a cambiar de la noche a la mañana".
Si bien comentó que "mientras no tengamos claridad de cuáles van a ser las reglas del juego del nuevo Chile, con la nueva Constitución, obviamente la dimensión económica se ralentiza un poco", afirmó que el llamado del titular de Hacienda "no puede ser a hacer las cosas apurados. Ya tenemos la experiencia del proceso anterior".
Con todo, el decano Facultad Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, Alejandro Weber, criticó que "el Gobierno demuestra una clara estrategia de presión a través de sus ministros para que el proceso comience ya con las reglas que ellos quieren imponer. Me parece desafortunado e ilegítimo".
"Sería sano demorarse. Soy partidario de hacer las cosas bien. No rápido"
Óscar Landerretche, economista y profesor titular de la Universidad de Chile
Desde el gran empresariado la visión es distinta. Así lo dejó entrever
Juan Sutil, presidente de la Confederación de la Producción de y del Comercio (CPC), quien declaró que "es importante para la economía que vaya rápido -el nuevo proceso-, pero también hay que hacer un paréntesis, no había nada más inestable, impredecible, para la economía que la propuesta que tenía la Convención Constitucional que el Gobierno quería aprobar, eso hubiera sido nocivo para la economía chilena".
En conversación con
EmolTV, expuso que
"si antes la incertidumbre era 10, hoy día es 2, porque hay una esperanza de que se va a poder hacer una buena Constitución, y no había una sensación de descalabro económico que podría provocar las propuestas de la Constitución rechazada".
El economista y profesor titular de la Universidad de Chile,
Óscar Landerretche, también tiene una postura distinta a la del titular de Teatinos 120. "
Yo creo que hacer las cosas a la tonta y a loca es lo que más incertidumbre va a generar en el sector privado. Yo creo que lo que necesitamos es un proceso constituyente fome, bien estructurado, aburrido, pero terriblemente aburrido. Pero bien hecho", indicó a
EmolTV.
"Si los mercados internacionales, los analistas, nos ven en una parada responsable, sosegada, sobria, que es la mejor tradición política chilena, yo creo que eso le va a ganar espacio al ministro Marcel. Y al revés, yo creo que le va a permitir al Gobierno también concentrarse en lo que tiene que hacer, que es solucionar los temas económicos y de delincuencia, que son los urgentes", sostuvo,
Y subrayó que "sería sano demorarse. Soy partidario de hacer las cosas bien. No rápido".