La elevada inflación, que por largo tiempo ha sido el principal dolor de cabeza de la economía chilena, volvió a tomar un respiro en octubre, luego de que la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del décimo mes del año arrojara un 0,5%, inferior a las expectativas que se habían situado entre 0,8% y 1%.
Con esta alza, en lo que va transcurrido del año la inflación acumula un incremento de 11,4% y de 12,8% en los últimos doce meses, versus el 13,7% interanual en septiembre -recordar que en agosto alcanzó su peak con un registro de 14,1% anual-.
¿Cuál fue la lectura del mercado? Diversos agentes económicos comienzan a visualizar una tendencia que se mantendría en los meses siguientes, intensificándose el próximo año gracias a la contracción de la actividad, el desempleo y la caída de la demanda interna.
Pero el ministro de Hacienda, Mario Marcel, fue más allá. A su juicio, la cifra de inflación, sumada a los últimos datos de crecimiento y del mercado laboral reflejan que el ajuste de la economía estaría ocurriendo, y sería menos gravosos de lo que algunos analistas proyectaban. "Sería prudente que muchos revalúen sus pronósticos y esa idea, que desgraciadamente se ha ido instalando en el país, de que vendría un ajuste de tremendas proporciones", dijo el jefe de la billetera fiscal.
"Lo decía Sebastián Edwards en unas declaraciones: que este escenario no tiene nada que ver con las grandes recesiones que hemos vivido en el pasado. Es el momento de empezar a mirar con un poco más de realismo el efecto de la política monetaria y fiscal, y su efecto sobre la inflación", indicó, agregando que "no es necesario que el país entre en una recesión profunda para que finalmente la inflación vaya moderándose para beneficio de toda la ciudadanía".
Al ser consultado por cuánto mejora el panorama tras el último dato de inflación, Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, sostuvo que "el registro del IPC de octubre reconoce que la inflación comienza a ceder, en línea con una política monetaria altamente contractiva. Reafirma además que hacia el próximo año el Banco Central tendría espacio para reducir la tasa de política de forma que la economía vaya gradualmente reencontrando su equilibrio".
"Sería prudente que muchos revalúen sus pronósticos y esa idea, que desgraciadamente se ha ido instalando en el país, de que vendría un ajuste de tremendas proporciones"
Mario Marcel, ministro de Hacienda
En esa línea, Lehmann recalcó que "el mercado hasta hace muy poco veía que el Banco Central debía llevar la tasa a niveles aún más contractivos que los actuales, con efectos económicos negativos más elevados. Ese escenario hoy día se desvanece y gana fuerza la perspectiva de un acomodo gradual, pero que de todas maneras implica una caída en la demanda interna importante hacia los próximos trimestres.
Un mercado alineado con la visión del Banco Central lleva a que la política monetaria sea más efectiva para alcanzar sus objetivos".
Con todo, sí advirtió que hacia adelante es relevante que "se vaya recuperando la confianza, lo que exige acuerdos amplios en las reformas claves que están en discusión, sin perder la perspectiva de largo plazo. Estamos pagando el costo de medidas populistas e irresponsables. Pueda ser que tomemos nota de lo que ello implica".
En tanto, Javier Mella, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, comentó que "sin duda mejora la inflación y eso es una muy buena noticia más allá de posibles sorpresas negativas puntuales. Sin embargo, las noticias con respecto a empleo, crecimiento, consumo, no han sido buenas y en particular en empleo, yo veo un empeoramiento en el corto plazo".
Mella además plantea que "el Presupuesto está más en línea con las prioridades, pero uno esperaría ajustes y acuerdos amplios en las reformas que son estructurales. Yo esperaría que 2023 fuese el año del ajuste y ya en 2024 la economía convergiera a niveles sostenibles",
"Es muy relevante salir de estos desbalances y comenzar a convenir como país, cómo podemos hacer para mejorar los niveles de crecimiento de largo plazo", agregó.
"El dato de inflación de octubre lo podemos interpretar como una señal positiva en el sentido de que la inflación está empezando a ceder. Aún es prematuro asegurarlo, pero esto se confirmaría si las variaciones de noviembre y diciembre se ubican en torno a las expectativas de 0,4%"
Marco Correa, economista jefe de BICE Inversiones
Marco Correa, economista jefe de BICE Inversiones, expuso que "el dato de inflación de octubre lo podemos interpretar como una señal positiva en el sentido de que la inflación está empezando a ceder. Aún es prematuro asegurarlo, pero esto se confirmaría si las variaciones de noviembre y diciembre se ubican en torno a las expectativas de 0,4%".
Lo que sí, Correa señaló que "es importante que no se den nuevos estímulos que disparen el consumo de las personas por sobre la capacidad de producción de la economía, y así se dé una conciliación de los desequilibrios macroeconómicos producidos durante el año 2021".
Además, mencionó que "elementos como las altas tasas de interés disminuyen la disposición al consumo de bienes no esenciales y promueven el ahorro de las personas", añadiendo que "si hay una disminución de la incertidumbre internacional y una menor volatilidad en los precios de materias primas, eso también sería un elemento positivo para la normalización de nuestra economía".
Una mirada distinta es la que tiene Carlos Smith, docente investigador del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, quien aseguró que todo "está por verse". "La inflación anual sigue bastante alta y desanclada, además los salarios nominales siguen subiendo fuertemente, y por lo tanto, eso le pone muchas más presiones a la inflación", señaló.
"Hay que tener ojo con los datos que vengan, sin duda que las expectativas y los pronósticos van cambiando como han ido cambiando en los últimos meses con más facilidad porque la volatilidad es mucho más alta. Pero recordemos que hay muchas cosas que no dependen de nosotros", cerró.