La singular patente naranja con las letras PR al inicio - muchas veces confundida con la que usan taxis y colectivos - es la "patente provisoria" para vehículos de demostración, exhibiciones especiales o como unidades de prueba para tomar fotografías para publicidades.
Hasta el día de hoy, algunos de los
autos eléctricos fabricados en China tenían que contar con ese distintivo naranjo, ya que la normativa de seguridad chilena no permitía la homologación de seguridad este tipo de vehículos, cerrando la oportunidad de que el gigante asiático comercializara los automóviles.
Este escenario cambió, ya que el subsecretario de Transportes, Cristóbal Pineda, anunció que por primera vez se adoptará la norma de seguridad china de vehículos eléctricos.
¿Qué significa esto? "Al momento de que las marcas homologuen un vehículo ante el centro de control y certificación vehicular nuestro 3CV va adoptar la norma china como norma base. Esto significa que no solamente vamos a aceptar homologación con la norma estadounidense, de la Unión Europea o de países como Brasil y Corea, que también son productores de vehículos", explicó Pineda.
Esta modificación resulta muy importante ya que China representa casi el 60% de la venta de los vehículos eléctricos en el mundo. En esa línea, la autoridad indicó que "será mucho más fácil para las marcas chinas ingresar al mercado chileno y esto también tiene una baja en los precios. Se estima que los vehículos chinos tienen un costo entre un 20% y un 30% menor en comparación a otros países productores".
Esta es una medida que responde a la necesidad de incentivar el transporte eléctrico en medio de una emergencia climática que obliga a las personas a reducir los gases de efecto invernadero. Además, se enmarca en la agenda de política nacional de electromovilidad que apunta a que el año 2035 el 100% de los autos que se comercialicen sean eléctricos.
A pesar de que los autos eléctricos se posicionan como una opción más cara que los vehículos que utilizan combustible, el subsecretario de Transportes sostuvo que las estimaciones internacionales proyectan que "en diez años los precios se van a tender a igual entre un vehículo de combustión interna y uno eléctrico".
Por su parte, el CEO de Voltera, Andrés Vergara valoró la nueva normativa y precisió que se trata de vehículos muy eficientes con precios competivos. "Un auto chino que puede servir para auto colectivo o taxi aeropuerto va costar hasta $10 millones menos que un auto equivalente de norma europea".
"Con esto abrimos el mercado. Muchos citycars podrán entrar, estamos hablando de que autos desde 20 millones entrarán al país. Esto era un cambio necesario", agregó.