Con la idea de innovar en las metodologías para mejorar el rendimiento de las empresas mediante el desempeño de las personas, un grupo de ejecutivos chilenos creó SAWA, un spin off de una consultora que llevaba años trabajando con grandes compañías.
Para empezar, los emprendedores desarrollaron una respuesta tecnológica a las necesidades de mejora en productividad efectiva de los trabajadores, a través de mensajes segmentados, estímulos lúdicos y un catálogo de miles de premios para canjear. Con esta experiencia, decidieron ir a validar la metodología a Estados Unidos, país donde nació el incentive marketing o marketing de incentivos.
Al respecto, el CEO de SAWA, Juan Carlos Solari indicó que "la productividad laboral en Latinoamérica es muy baja en comparación con economías desarrolladas como en Estados Unidos, que es cuatro veces superior; por supuesto, hay muchos factores que inciden, desde lo cultural a lo regulatorio".
"Cuando estuvimos allá visitamos a las más importantes compañías de incentive marketing y nuestras teorías se confirmaron: fuimos validados y reconocidos en nuestro modelo de trabajo. Esto nos dio un impulso para luego conquistar a las empresas nacionales y lanzarnos en esta aventura", agregó.
"Hemos tenido casos de éxito destacables. Uno de nuestros pilotos, aplicado durante tres meses a una gran compañía del rubro retail, reveló que las tiendas donde se aplicó la metodología tuvo un crecimiento en ventas 41% mayor en promedio que las tiendas sin el programa", añadió.
En 2022, los ingresos de SAWA superaron los $3.000 millones y para este año sus socios proyectan más de $5 mil millones. La marca también opera en Colombia y Perú, y ya planea su pronta entrada al mercado mexicano.
Además, desde la compañía señalan que uno de sus propósitos es desafiar y recompensar a las personas para que crezcan y descubran el poder de su mérito.
